Siempre he sigo un demente enamorado, un loco amante, eso que ya no hay. Esos de los años 60s y 70s. Uno de esos tipos que aun escriben cartas, llevan serenatas, regalan ramos de rosas y platican con los padres de su amante. Todo como las mujeres querrían que sea su chico ideal.
Pero también tengo mi lado oscuro, bizarro y egoísta...
A pesar de eso me enamore de ella, se llamaba Andrea, iba un curso menos que yo. Su cabello, sus labios y su mirada me atraían. Pasaron meses, nunca nos hablamos, ella no me conocía. Solo sabia que existía porque me perdía en sus ojos a cada instante, y a ella le parecía incomodo, pero a mi me daba igual. No quería hablarle, ni mucho menos que ella lo hiciera. Porque para mi ella era mi amor imposible. Como en el siglo XVII y XVIII, la mujer era el sinónimo, la figura y lo mas semejante al amor. Muchos lo tenían, pero pocos lo merecían. Ahora en la actualidad la gente cree que el amor es algo común, que no vale la pena arriesgarse a conseguirlo, que si lo encuentran en buena hora y si no, pues no hay importancia.
Pero yo si la amaba, estaba tan seguro de eso. A pesar de todo tenía que soportar la realidad, ella no me quería como yo lo hacia. Por aquello estoy aquí esta noche, matando las penas, ahogando mi dolor, aniquilando mi vida...
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Tu dolor es mi dolor.
RomanceSi quieres saber, lo que siento por ti, imagínate un día gris.