□●Con LA MaSCaRA pueStA●□[<rubegetta>]

°○YON○°

Vegetta iba en camino a su guarida. Una vez dentro se colocó su traje y miro a su perro "lobo plateado ", esta vez no quería hacer nada, solo quería ir a la casa del omega de nombre "Willy". Quería ver su hermosa sonrisa de nuevo, aunque tal vez lo destruya más, ¿Que se puede esperar de Samuel de Luque? Una vez colocado su traje, se tomó una de sus pociones y se fue dejando a lobo plateado en la guarida.

Lobo nocturno corrió hasta la casa árbol del omega, una vez ahí solo se la quedo observando de lejos. ¿Estaba bien ir a visitarlo con la forma de lobo nocturno?, se lo pensó mucho y...

no valía la pena.

El humo causado por las explosiones se intensifico, esta era la cuarta casa que explotaba la hermandad oscura, mientras la pareja reía divertida, el omega de nombre Rubius se mantenía a margen con una mirada inexpresiva, gracias a su máscara no se la notaba.

—Muy bien yo creo que es la última casa, ¿A menos que bromas quiera explotar algo más? -dijo Willy divertido mientras abrazaba a Fargan del cuello, miro al menor de la hermandad y este ni se inmuto- Amm, ¿Bromas? -llamo el omega soltando a su alfa y se acercó al menor, pero este seguía mirando a un punto fijo- ¿Rubius? -llamo en un susurro y miro a donde el menor estaba mirando, ¿La casa de Mangel?

— ¿¡Ah!? ¿Si, dime? -se sobresaltó un poco por el acercamiento de Willy.

— Pues, te estaba preguntando si querías explotar algo, pero veo que quieres ver a tu novio -dijo para sacarse un poco las mascara y mostrarle una sonrisa pícara, pero se preocupó un poco por el repentino abrazo que le otorgo Rubius- ¿Rubén, que pasa? -pregunto correspondiendo su abrazo y sobándole la espalda, miro al alfa para que se uniera y este no dudo en unirse al abrazo.

—Willy, él está comprometido... ¡Willy, él se va a casar! -exclamo dolido y empezó a llorar desconsolado abrazando más fuerte al omega peliblanco.

–Rubén...-susurro, Fargan acaricio la cabeza de Rubius- Ya, tranquilo -dijo suavemente cargan en un intento de consolarlo.

Los tres se quedaron abrazándose un rato más para que el omega se calmara un poco; cuando ya se logró calmar se separó de sus hermanos con unas cuantas lagrimas aún en sus ojos, se sacó un poco la máscara para limpiarse las lágrimas y mostrarles una sonrisa triste a sus hermanos, sin duda no sabría qué hacer si ellos se fueran de su lado.

—Gracias hermanos. -agradeció tímido para saltar a abrazar nuevamente a sus mayores, estos no tardaron en corresponderle.