Mi dolor de cabeza ecológico (taekook) 🌱

Parte 1 🌱

- ¿Con popote, señor?

- Si, gracias.

- ¿También matas tortugas? No sé por qué no me sorprende.

Dice el lindo pero fastidioso chico de cabello azul sentado a unas mesas de la barra.

- ¿No tienes algún árbol que abrazar por ahí?

Ataco mientras tomo el café que la mesera me entrega.

- No - da un trago a la bebida , probablemente orgánica, dentro de un termo que seguro carga a todos lados junto con los popotes de bamboo que puedo ver al lado- tengo muchos que salvar.- Remata con esa sonrisa cuadrada que me saca de quicio.

No lo soporto.

¿En qué momento mi vida se conviertió en un bucle sin fin de discusiones tontas con un abraza árboles peliazul de piel canela y ojos extremadamente expresivos?

Ah si, cuando acepté esa obra que desde un inicio sabía que me daría problemas, pero a un contrato millonario no se le dice que no.

Camino hacia la mesa más alejada de la puerta del establecimiento y coloco mi laptop sobre ella para sentarme y ponerme a trabajar.

La paz no dura mucho, sin embargo, por el rabillo del ojo logro ver un punto azul que se acerca a la mesa al lado de la mía, finjo no darme cuenta y sigo trabajando.

- Te imaginaba como una persona de café negro.

...

- ¿La ley del hielo? Qué infantil, Señor Jeon.

...

- Oh, bueno, supongo que tendré que hablar solo, no importa, tengo muchos temas de conversación conmigo mismo ¿sabías que un estudio dice que las personas que más hablan solas son más inteligentes?

- Seguro leíste eso en algún blog administrado por un cuarentón en casa de su madre.

No pude evitarlo, tiene un don nato para hacerme perder la paciencia.

- Todos los blogs son escritos por cuarentones en casa de sus mamás - Dice riendo de una manera que odio admitir, es sexy -  Así que ¿por qué caramel?

- Porque me da la gana ¿no vas a dejar de molestarme nunca?

Tomo mi café con molestia ¿qué tiene de raro que me gusten las bebidas dulces?

- Sabes la respuesta, guapo, solo tienes que firmar.

Ya, claro que sabía la respuesta, lleva semanas acosándome con eso.

- Ya te dije que si quieres que tus arbolitos se queden donde están, tienes que ir con el dueño del terreno, yo no puedo hacer nada.

Acerca su silla a mi mesa y recarga su rostro adornado por un infantil puchero, viéndome directo a los ojos poniéndome un poco nervioso, solo un poco.

- Aigo, pero si tú eres el encargado del proyecto, solo tienes que dar un buen discurso y nadie te va a cuestionar. - levanta su rostro de cordero quedando peligrosamente cerca del mío - ¿Sabes lo genial que sería que el nuevo y más grande centro comercial de Seúl fuera eco friendly? ¡Atraería a muchísima gente y sería bueno para el planeta! Marcarías tendencia, solo digo.