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—B-Bubbles... —el rubio se acerca con cuidado a la mencionada.
—¿Qué pasa, Boomer? ¿Te sientes bien? —pregunta preocupada, al verlo tan cabizbajo.
—S-sí, no te preocupes. E-es sólo que... —se sonroja de inmediato tan sólo con verla de frente; tan interesada en él. Juega con sus dedos, juntándolos y separándolos rítmicamente—. ¿Q-quierestenerunacitaconmigo?
Bubbles ladea la cabeza, al no entender ni media palabra de la oración dicha.
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—Hey, ¿qué haces aquí? —inquiere al ver al moreno sentado en el suelo al fondo del aula, sin compañía alguna.
—Pensando —responde cortante.
—Pareces un vagabundo así tumbado —ríe.
—Puedes sentarte si quieres.
—¿No te interrumpo? Lo digo porque a veces también me gusta tener tiempo para mí —él niega—. ¿En qué piensas? Si se puede saber.
—Estoy preocupado por varias cosas.
—¿La inmortalidad del cangrejo? ¿La tercera guerra mundial? ¿Anonymous tratando de hackear los datos del FBI?
—Nada de eso, babosa. Es sólo que... —suspira, echando la cabeza hacia atrás mientras cierra los ojos—. ¿Sabes guardar secretos?
—Mejor que nadie en el mundo. Hasta podría ganar un concurso —asegura la morena.
—Bien... porque esto no lo sabe nadie más a parte de mis hermanos.
—¿Ni siquiera Blossom? —él vuelve a negar mientras abre los ojos y la observa—. Entonces sí está bueno el chisme.
Aunque no lo admitiera, la actitud de Buttercup hacía que Butch se sintiera cada vez más despreocupado.
—Pues, verás... se trata de mi madre.
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