Te escribo ahora que sé que vienes, te escribo ahora que estas cerca, porque justamente ahora es cuando pienso y me deleito entre los recuerdos que nos unen y por un momento suelto mi pluma para poder respirar y entre el aire salino que entra por mi nariz, el recuerdo y las añoranzas que en un tiempo me hicieron feliz vuelcan en mí una emoción agridulce, se siente como si me ahogase en mis propias lágrimas y la nostalgia no se apiadase de mi haciéndome recordar la vida que perdí.
Mi querido amigo, ¿recuerdas ese día? Pese a que la pregunta no tiene sentido la hago por pura melancolía, mi amigo ese día mi falta de atención me salvo la vida, aunque ya sabes eso porque te hable por teléfono meses después de que sucedió el accidente, cientos de muertos y todo lo ocasiono ese ataúd con alas al que llaman avión, pero yo no, yo no morí ese día mi querido amigo. Yo me salve porque compre mal el boleto, pero aun así tú puedes asegurar que ese fue el último día de mi vida.
No te negare que fue divertido lo que paso después, pude ver cuán corta era la vida, pude saborear lo cerca de la muerte que estoy a cada paso que doy, oh mi dulce y querido amigo, ese día abrí los ojos pude ver cuán equivocado estaba, no necesitaba ser un esclavo más de la sociedad, no deseaba ser reconocido, es más ni siquiera buscaba llegar al día siguiente. "¡Hay que vivir la vida!, hacer algo importante... algo que valga la pena" fue lo que te dije antes de colgar el teléfono, pero al final lo único que hice fue abandonar la mía.
El dinero es un amante cruel y engañoso, mientras lo tengas todo el mundo te admirara, realzara tus virtudes, serás el mejor amigo de quien te cruces pero eso no dura para siempre ¿verdad? En cuanto te deja quien fue tu amigo te da la espalda, quien te recibía con una cálida sonrisa ahora te echa de su casa, pero si te soy sincero no les guardo el menor rencor a ellos, para nada, pues ellos se comportaron como se suponía que debían hacerlo, me apoyaron y animaron hasta exprimirme el último centavo y fueron buenos haciéndolo, así que no puedo culparlos, porque el que cayó en sus mentiras y se dejó engolosinar pos sus dulces palabras fui yo, nadie me obligo a hacerlo.
Todo fue porque al principio eran amables como tú, te veía reflejado en ellos de vez en cuando, me decían que rara vez alguien es tan dulce y amable, honestamente en ese momento no estaba más que embriagado de mi buena suerte, sobreviví a la muerte y de paso estaba en el paraíso, "¿Qué más se puede pedir en esta vida?" como solías decir, pero mi dulce y querido amigo, deberías saber que si se puede pedir más, lo único que en verdad vale la pena pedir y es que el paraíso que disfrutas no se vuelva un infierno como me paso a mí.
Ahora no soy nadie, me ignoran, pasan de largo e incluso si me voltean a ver su mirada no muestra más que desagrado, no soy nadie para ellos, no soy su amigo, no soy su conocido, simplemente soy la basura que se quedó demasiado tiempo en un lugar y empezó a apestar, nunca creí extrañar tanto esa vida que tenía porque honestamente a eso al menos le podía llamar vida, te tenía a ti, a mis amigos, a mi familia, lo tenía todo y lo perdí, solo porque quería vivir libre de todos, pero lo conseguí.
Es por eso que te odio tanto querido amigo, porque tu no perdiste nada, te aprovechaste de mi desgracia y la usaste a tu favor, en lugar de entender el sufrimiento ajeno y de aceptar tu lugar como un sirviente más del sistema, tú me robaste lo que yo quería hacer, tu hiciste algo importante, algo que trascendió, tu novela fue un éxito mundial, ¿Quién lo diría? De escribir columnas de noticias mediocres y obituarios tan conmovedores que harían llorar a un muerto, ahora escribes novelas de renombre ¿y yo? Yo que sobreviví a lo imposible me pudro en este "Paraíso" entre arena y mar, yo no quería eso, es por eso que te escribí.
No te fue muy difícil llegar aquí ¿verdad?, no, para nada tú tienes todo ese dinero que ganaste con el sufrimiento ajeno, tu novela basada en "El hombre que esquivo la muerte" tu usaste el accidente que me arrebato todo como inspiración, que buen amigo, ¡burlándote de quien te dio la mano! Sin mí no serias nada, es por eso que tenía que verte, tenía que decirte en tu cara lo que pensaba de tu actuación hipócrita de preocupación hacia mí, tenía que decirlo, tenía que hacerlo, por ello te traje aquí, pero ya no importa.
La verdad es que dejo de importar en cuanto te vi en el portal de lo que llamo puerta de esta choza destrozada en la que vivo, dejo de interesarme en cuanto empezaste a hablar sobre "recuperar mi vida, que era tiempo de regresar, que aún había oportunidad de enmendar el pasado y recuperar el tiempo que perdí..." mentira, puras mentiras, tu no querías que volviera a mi vida, querías llevarme como la atracción de tu circo, ser parte de tu espectáculo donde todas las luces apuntan a ti, donde eres el centro de atención, donde yo estoy a la sombra de todo, solo siendo la burla de la sociedad a la que perteneces, no amigo mío, no lo pensaba permitir, no dejaría que me engañaras como todos los demás lo hicieron, no me tragaría esas dulces palabras de nuevo.
Por eso tome el cuchillo, me obligaste a hacerlo, tenía que hacerte entrar en razón. Pero gracias a Dios ahora tu también descansas aquí, conmigo. Lejos de ese mundo podrido al que llamabas hogar, ahora puedes estar tranquilo ya no hay más lugares a los cuales ir, el viaje termino amigo mío, quizás te preocupe el que tu sangre cubrirá la arena, pero relájate en cuanto suba la marea desaparecerá y regresara a ser la hermosa playa que tanto amamos cuando éramos jóvenes. Todo está bien, estamos a mano. Te perdono querido amigo.
"Carta encontrada en el cadáver de un vagabundo junto a un cadáver, se espera reconocimiento por parte de la supuesta esposa."
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Historias en las tierras olvidadas
Ficción GeneralNarraciones fantásticas de diferentes lugares, ninguna es igual a la anterior, se mueve entre la cruda realidad y la locura mas ajena a la moral, desde lobos que quieren cenar hasta ángeles que a la tierra desean bajar, un reencuentro entre amigos o...