No quiero
Aunque no lo quiera me tienes cogida entre cadenas de terciopelo rosa, suaves y flojas. Tan flojas que si yo quisiera podría escaparme de ellas.
Pero resulta que no quiero.
No quiero tener que quitarte de encima cada vez que dormimos por mucho que tu pierna me aplaste el tórax sin querer.
No quiero tener que apartar tu brazo de mi cabeza por mucho que sin querer me pilles el pelo entre tus sueños.
No quiero tener que girar tu cara a un lado aunque tu soplidos golpeen mis tímpanos llegando hasta lo más hondo de mi hipotálamo.
No quiero tener que despertarte porque tus balbuceos me cuentan cosas aunque sean las tres y media de la mismísima madrugada.
Porque resulta que no quiero que te vayas de mi lado por muchas veces que me hagas enfadar.
Simplemente te acurruco a mi lado y me aseguro que duermes tranquilo mientras agarro tu mano, prometiendote que nunca me voy a querer escapar.
Enemigos
A aquellas personas que en mí no confiaron y que en la mínima de cambio de la mano me soltaron.
Más vale no volver a cruzar vuestros caminos con el mío pues no tendré piedad si al veros pasar una piedra he de arrojar.
Os tengo tanto, pero tanto aprecio que si estuviéramos en un lago y vuestra barca se hundiese, pasaré por vuestro lado para decir "hola" e irme por donde he llegado.
Si tuviera una mínima oportunidad de echar el tiempo atrás, jamás os hubiera permitido entrar en el hogar que destruisteis y convertisteis en maldad.
Vuestros destinos y el mío una vez se cruzaron, pero si se vuelven a encontrar no perderé la oportunidad de disparar.
Caos personal
Hoy y solo hoy estoy al borde del colapso en mi caos personal. Siento cómo mi vida se divide en dos y como mis pulmones no funcionan más.
Mi pecho a empezado a doler y mi cabeza a punto de estallar con los ojos llorosos me he querido regufiar en los brazos de la persona más especial.
Me ha limpiado la cara a lametazos, me ha peinado el pelo con sus dedos y me ha adoptado en su pecho.
Solo entonces he sido capaz de respirar.
Microcuento N°7
-¿Qué es lo que más te gusta de mí? -pregunté por enésima vez.
-¿Qué es lo que más te gusta de mí? -preguntó de vuelta.
-Todo. -aseguré.
-Ahí tienes tu respuesta. -respondió él.
ESTÁS LEYENDO
Mariposas
PuisiDe repente, sientes la necesidad de desahogarte de sacar de tí aquello que no pudiste. Un folio en blanco y solo tus manos conectadas con tus sentimientos. Sientes como la tinta llena el papel formando palabras que éstas a su vez forman frases que e...