6.-

760 45 20
                                        

La noche es larga cuando se tiene una tormenta en la cabeza.

Ginny mantenía su postura callada mientras caminaba tras la espalda de Harry, abrazaba fuertemente las fundas que le dio McGonagall antes de salir. Por su cabeza pasaban las cosas como rayos: fugaces, luminosos y cegueros.

Tenía muy presente lo que sentía, ella lo quería, a pesar de sus argumentos poco aceptables para ella misma de olvidar todo ese enrollo por él.

No podía.

Harry abrió la puerta enorme en forma de retrato, su sonido llamó la atención de la pelirroja regresando al mundo real y al echo de que los dos estaban incómodos.

Sin mediar palabra alguna, tal vez por la vergüenza de verse a las caras, se despidieron con un leve movimiento de cabeza y desaparecieron por las gradas de los lados, Hermione bajaba con el uniforme aún puesto, pero sin corbata.

- Al fin, Ginny - le tomo del brazo arrastrándola hacía arriba - Pensé lo peor, creí que algún profesor los encontró - le indicó el cuarto de la tercera planta - esa cama es tuya - apunto a la última desocupada - En la primera y la segunda duermen Angelina Johnson y Katie Bell, se gradúan este año, la de la mitad es de Demelza Robins, quinto año.

La Weasley miró cada una y camino a la suya.

- ¿Tanto nos tardamos con Harry? - preguntó.

- Mucho - respondió la castaña, mientras se cambiaba- nos vemos luego, Gin, ser prefecta es algo duro - corrió las cortinas de terciopelo rojas despidiéndose.

Ginevra se acostó pensando en las diversas formas que pudo romper el hielo y no solo verlo caminar adelante.

Sus corazones estaban más lejos de cuando se conocieron.

¿Qué hago con esto que crece y no es correspondido?

(....)

En la mañana los pasillos estaban llenos de gente pero aquella pelirroja Weasley estaba sola, su amiga y compañera de cuarto la dejo por algo que tenía que hacer como prefecta, no bajo con las demás chicas porque no las conocía y sus hermanos no asomaron las narices en ningún momento por la sala común de su casa.

- ¡Ginny! - la llamaron, era la voz de un chico - ¡Espera!

Se giro para ver mejor, el cabello cortado casi al raz de la cabeza con un pique de castaño y rubio le seguían moviendo la mano.

- Seamus... ¿Verdad?.

- Tantos nombres ya tienes en tu cabeza que no recuerdas que fuiste conmigo y Dean en el tren picarona.

El muchacho era más bajito que ella y su sonrisa era extraña mientras le picaba el hombro con el dedo.

- No la moleste Seamus - llego un mulato para juntarse con el par - ¿Cómo te trato la noche Ginny? - la chica y él se miraron, para la pecosa era grato tener a alguien más aparte de familia y viejos amigos juntos.

- Nunca pensé que mí primera noche fuera de maravilla Dean.

- Eso era lo que me esperaba - le respondió con una sonrisa.

Bajo Tu Mirada...WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora