事故; ❁

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veintisiete de diciembre, año dos mil diecinueve

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veintisiete de diciembre, año dos mil diecinueve.

la carretera se encontraba vacía, en los asientos traseros, los menores descansaban de tan cansada rutina, por fin era viernes, y llegando a casa podrían descansar, Seungwoo sonrió enternecido, con rapidez dirigió su vista hacia el frente, al pendiente del camino.

— Seungwoo, ¿quieres que nos detengamos para que descansemos?- preguntó algo preocupado Jinhyuk.

— no, no te preocupes, ya casi estamos en casa.- el menor ya no contestó.

𝒆𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒏𝒐 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒂𝒓𝒐𝒏 𝒂 𝒄𝒂𝒔𝒂.

antes de que seungwoo pudiera hacer algo, su coche se había estrellado contra algo, nadie sabía contra qué.

Seungwoo recuerda todo, cada detalle, recuerda múltiple golpes venir por todas partes, recuerda salir del auto —ya hecho trizas— con mucho dolor, recuerda que con ayuda de Jinhyuk sacó a quienes venían en los asientos traseros, y ya que recuerda eso, también recuerda que nunca chocó contra nada.

<( ̄︶ ̄)>


cojeando, y sangrando por doquier, Seungwoo, Jinhyuk, Seungyoun, Yohan, y Hyeongjun salieron del auto intentando pedir ayuda, estaban en medio de la nada, y sus teléfonos probablemente estaban muertos.

—hyung, ¿qué haremos?- preguntó Yohan intentando caminar con una pierna, pues la otra estaba hecha puré de zanahoria.

—lo importante ahora es encontrar ayuda.- y como si los cielos los hubiesen escuchado, encontraron un pequeño camino entre los árboles hacia una gran casa.

—Seungwoo hyung, no creo que sea una buena idea, las mansiones siempre están embrujadas o hay un asesino dentro, mejor vayamonos.- Hyeongjun tomó la mano de su mayor trantando de sostenerlo.

—no podemos hacer otra cosa, tenemos que ir, sí o sí.

el lugar era gigantesco, se veía algo desgastado, Seungwoo rezaba porque hubiera alguien dentro, tocó la descuidada puerta, ésta se abrió dejando ver a un joven castaño con una mueca de sorpresa, miró bien a quienes habían tocado, y suspiró.

—entren.

el castaño entró a la casa después de los heridos, sin decir nada los llevo a una habitación, salió y después volvió con más personas quienes traían utensilios de medicina y ropa limpia

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el castaño entró a la casa después de los heridos, sin decir nada los llevo a una habitación, salió y después volvió con más personas quienes traían utensilios de medicina y ropa limpia.

Seungyoun creyó que estaban demasiados acostumbrados a aquello.

Hyeongjun suspiró, no le dolía el cuerpo, pensó que era el frío, tal vez la adrenalina, pero ninguna de sus heridas dolía, eso era demasiado extraño si tomamos en cuenta que acababan de salir de un accidente de auto. dejando de lado sus pensamientos, miró a quien limpiaba sus heridas, era el mismo que les había abierto la puerta.

—aquí te dejo ropa limpia, trata de ponertela, vendré después con la cena.- iba a salir cuando song lo detuvo.

—¿cuál es su nombre? el mío es Hyeongjun, song hyeongjun.

—Wooseok, Kim Wooseok.- sonrió un poco y salió no sin antes decir algo.— un placer, Hyeongjun.

sin embargo, ellos no fueron los únicos en llegar aquella noche.

sin embargo, ellos no fueron los únicos en llegar aquella noche

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魂の家; X𝟷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora