7.─ 8CHO

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Sucio.

Cansado.

Débil.

¿Tenía un problema, verdad?

No era una novedad sentirse así en su día a día pero las cosas últimamente sólo iban a peor a pesar de que no lo pareciera, las noches se volvieron más frías y los días más cansados.

Después de todo, había quedado destrozado.

Las cosas se juntaron de poco a poco y cuando menos lo espero, la avalancha de realidad le golpeó con tanta fuerza que lo dejó sin tiempo a sentir como se ahogaba en su miseria.

Sin trabajo, sin dinero, sin un gramo de voluntad para continuar, sólo le quedaban los recuerdos de sus amistades rotas y las palabras duras con las que su última pareja le confesó haberlo engañado varias veces.

¿Estaba pagando alguna clase de condena? Tampoco quería ser condescendiente consigo mismo, sabía que mucha gente sufría peores cosas que su despliegue de mala suerte, pero, ¿Eso hacía menos importante su dolor? Cada quien tenía sus propias luchas y lidiaba con ellas a su manera, concluyó con pesar mientras se removía en la cama.

Desde hace semanas desarrollo una especie de relación amor-odio con su cama, era el lugar donde pasaba la mayor parte de sus horas y aún así lograba sentirse sumamente incómodo en ella a pasar a dormir tan cómodamente como si de una nube se tratase.

Lo mismo le pasaba con Auron.

Daniel estaba en la mierda y lo sabía.

Por eso no entendía porque el pelinegro seguía llegando cada tres días desde hace dos semanas a verle sin falta, le obligaba a tomar una ducha, le ayudaba a recoger el inexistente desorden y le preparaba una cena caliente.
Le hablaba con calma y paciencia, le proponía planes para compartir el fin de semana, los cuales siempre rechazaba, o simplemente le ofrecía ver una película en compañía del otro.

Cuando Raúl se iba bien entrada la noche, no podía evitar llorar, se sentía culpable de quitarle de esa manera el tiempo al contrario, seguramente Auron tendría mejores cosas que hacer que jugar a la madre con un desgraciado.

Con eso en mente y consciente de que el chico llegaría en un par de horas, con cansancio a pesar de pasar todo el día tumbado, se arrastro a la ducha.

Después de todo, hoy el sol no brillaba tanto y la cama se sentía incómoda bajo su cuerpo.

Dejó que el agua corriera por su cuerpo, primero algo fría para despertarle y después lo más caliente que podía aguantar su piel sin colorearse de rojo.

Se secó con calma y con un poco de animo, tomó de su armario una camisa negra y un pantalón.
No recordaba la última vez que uso ese tipo de ropa, su cuerpo ya acostumbrado a la holgada sensación de sus pijamas se sintió apretado.

Peino su cabello con movimientos mecánicos, pensando.

Había sido más difícil de lo que espero hacer la rutina a la que antes estaba apegado, recordó como al principio de su decadencia pensó que sería cuestión de decisión divina el levantarse y continuar su vida como si nada, no fue así, le pesaba.

Sabía que las cosas no mejorarían con tomar una ducha, pensó negativamente mientras se dirigía a la cocina, comprobando que no había nada decente para preparar, pero era un pequeño paso.

No era la primera vez que pasaba por eso, tomó las llaves de casa y cartera mientras recordaba amargamente como en su adolescencia había pasado por la misma situación, la necesidad le sacó del lapsus de tiempo en el que entró, ahora más adulto y con dinero suficiente como para dejar de trabajar un tiempo, dejó los días correr sin mayor preocupación.

The Good Demon                                       ⌈AuronBowl⌋   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora