Capitulo V

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El suelo el cual me deposite una vez que aparecimos allí era duro y con malformaciones en toda su extensión. Era de piedra o al menos como lo percibí antes de entrar a un bosque. La penumbra iba siendo más densa mientras avanzamos por el sendero. La luz del sol se iba atenuando a un violeta claro, pronto aparecería el sol. Solo se llegaba a apreciar el ulular de varios búhos y el quebrar de las ramas caídas en el suelo mientras andaba. Mientras estábamos caminando en varias direcciones, le preguntó al felino.

—Quiero preguntarte una cosa antes que nada, ¿Que ha sido lo que ha destrozado la entrada del pueblo?—pregunte desconcertado—. Supongo que como ya me avisaste con antelación tendrías alguna pista, ¿No?.

El felino no respondió al momento. Tardo varios minutos hasta que se paro y se giro hacia mí. Estaba claro que con solo su figura podía imponer a cualquiera, no debía subestimarlo.

—Lo que ha ocurrido en tu pueblo, es algo que no puedes ver con esos ojos. Es una criatura que no se encuentra en este plano. Pero puede hacer cosas a su voluntad. Esa es la letalidad de ese engendro. Nadie puede verle, pero el a nosotros sí—dijo con una mirada sombría—. No sabemos donde puede estar, pero si podemos saber con antelación sus próximos movimientos si ha hecho algún destrozo anteriormente cerca de algún lugar. Solo es cuestión de esperar hasta el próximo incidente. Y no te preocupes, no hace daño a nadie. Solo destruye estructuras a su paso.

-¿Y cual sera su próximo movimiento? -pregunté con miedo.

—No lo sé —se giro y me dio su espalda. Estaba demasiado temeroso como para seguir preguntando. Retomamos el rumbo.

Llevábamos caminando un buen rato cuando nos topamos con una estructura bastante alta y llena de ventanas de color oscuro. De afuera no se llegaba a visualizar lo que había dentro de estas. La puerta principal la acompañaba unas escaleras de color gris sucio que concluían en la misma entrada. Y su estructura era de un ladrillo oscurecido. En los alrededores del lugar yacían arboles gigantes donde poder camuflarse bien y que no sean vistos. Por lo que parecía, lo del camuflaje ya lo tenían propuesto desde un principio por lo del ladrillo oscuro y los arboles gigantes, donde pasaban totalmente desapercibidos. 

Una vez que subimos por las escaleras, en la puerta principal, el felino me hizo una señal que esperará mientras que el se adentraría primero para avisar de que había llegado. Me quedé esperando. Podía haber huido en ese momento pero no lo hice. Tampoco sé el porqué no huí y me lo estuve replanteando varias veces ese mismo día.

Una vez que me dio la aprobación desde dentro, entre por la puerta. 

***

-¿Así que te llamas Pedro? Un nombre bastante mundano y que raro llamarte así, siendo un panda. Hacia muchos años que no escuchaba nombres humanos -empezó a reír un cíclope mientras bebía una cerveza. Era de piel ámbar con un gran ojo rojo. Estaba relleno por todas partes y olía como si no se hubiera duchado en varias semanas. Por alguna razón me caía bien. Pero lo que más me extraño fue que nunca había visto a uno, solo lo conocía de cuentos o historias de fantasía.

Habían pasado varios días desde que recién me instale en el lugar. Estuve deambulando por todo el subterráneo para ir indicándome que lugares estaban prohibidos y cuales no. En cuanto a lo que pude recopilar del lugar, es que estaba dividido en cuatro plantas; La planta 0, era la superficie, donde había se encontraba un puesto donde trabajaba una jirafa y era la que daba el pase para bajar a las plantas subterráneas, esa para mí no contaba. La planta 01, estaba destinada para los superiores y mentores. La planta 02 era donde se acogían a estudiantes de magia novatos como yo. La planta 03, era donde se encontraban los estudiantes más especializados. Y la planta 04, la ultima, era un bar donde se divertían cada noche. 

Trewion: El Poder De AshunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora