Colapso... [TODODEKU]

Castigo

El silencio puso nervioso al menor de los Todoroki, el hombre no lo miraba, pero la temperatura empezó a aumentar considerablemente, el chofer no parecía darse cuenta, pero él sí y temía a lo que podría pasar después, todas las peores cosas que le podía hacer, el dolor que sentiría, los gritos que daría, mas que nadie escucharía...

Al llegar el "héroe" le dijo al conductor que podía irse a casa, que ya no lo necesitaría más ese día, el ingenuo hombre de sesenta años se fue sin saber por lo que el joven pasaría. Endeavor pasó un brazo por los hombros de su hijo y se dirigieron a la puerta de la morada, nada más cerro la puerta y lo golpeo en la cara.

— A la sala de entrenamiento — exigió en un susurro autoritario.

El bicolor se fue a dicho lugar con su "padre", una vez allí el pelirrojo de ordenó quitarse la camisa, el chico no sabía el por qué, pero de igual manera lo hizo. El hombre alzó su mano y golpeo la espalda del muchacho con un látigo... Una, dos, tres... No se detendría... Una, dos, tres... Nadie ayudaría al joven de su desgracia.

— ¿Cómo puede ser posible que seas tan débil? — le preguntó sin dejar de golpearlo — ¿cómo puede ser posible que mi obra maestra se tan débil? ¡Te enseñaré como ser fuerte!

Dejó el látigo a un lado con sus puños en llamas golpeo el abdomen del niño, este se encorvó producto del dolor, una mancha rojiza quedó en el área afectada... Las cosas empeoraron... Con brusquedad agarró al muchacho del cabello y estrelló la cabeza de este contra la muralla, una, dos, tres... Shouto no gritó, no lloró, no hizo nada y eso enfureció más a Endeavor. Botó al niño al suelo y le pateó allí sin piedad, mas nuevamente no hizo nada. 

...

Arrastrado por el frió suelo de madera, el menor de los Todoroki se preguntaba si alguien oía realmente sus gritos, se preguntaba si a alguien realmente le importaba, si alguien sería capaz de amarlo... O por lo menos... O por lo menos si alguien le podría preguntar tan solo "¿Estas bien?" Seguramente diría una mentira, pero sería algo que calmara su mente y corazón oscuro que batallaba en la imposible guerra que había en su interior, una guerra con la que tenía que vivir para siempre. Deseaba que Midoriya lo dejará de evitar... ¿o era él que lo evitaba? ¿Por qué lo hacía? Ah... ¡Cierto! Se había alejado del mundo por el abuso que sufría... ¿por qué tenía que soportarlo? ¿Por qué no puede hablar? ¿Por qué Aizawa y Kirishima no se dieron de su bajo peso cuando lo tocaron y cargaron? ¿Por qué sus amigos no se acercaban a él? ¿Por qué sus hermanos creían en las palabras que disfrazaban la mentira? ¿Por qué oír lo que todos dicen a sus espaldas? ¿Por qué todos creen que es perfecto? ¿Por qué no lo ven como humano?

Su espalda chocó fuertemente contra la pared del sótano, sin saber que hacía allí se levanto... Pobre de ese chico... No sabía lo que le esperaba esa cruel tarde... 

En la oscura habitación en la que entraba una tenue luz se escuchó el sonido del pestillo que se cerraba. Alarmado, dirigió su mirada heterocromática a la puerta, mas no la vio... Solo vio al enorme hombre que se hacía llamar "héroe" acercándose a él, ¿quién diría que esto tomaría un nuevo nivel?

...

Desnudo, sucio y maltratado se encontraba el pobre chico de cabellos bicolores encerrado en una caja de madera, la cual no era muy cómoda, apenas cabía en ella y los clavos que había por dentro perforaban su piel. Temblando, producto al frió, recordó... Recordó el por qué estaba así.

Luego de que él hiciera eso... Lo encerró allí, bajo la temperatura al triste cuarto y como castigo lo dejó congelándose, para — según su abusador — no volver a ser débil, para poder aguantar la próxima vez que se excedía con su hielo, ¿qué pasaría si le pasaba lo mismo con el fuego? No quería ni pensarlo, de seguro el hombre se las arreglaría para encubrir todo.