Nuevo Hogar, Nevos Problemas

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Yendo campo a través puse la radio de la camioneta para intentar saber lo que ocurría alrededor nuestro, lo único que escuchaba eran plegarias y rezos, a los locutores despidiéndose de su familia y dando por hecho que el fin de los tiempos había llegado, y que por la avaricia y sed de destrucción del hombre miles de de almas inocentes encontraran un final trágico y lleno de sufrimiento.

No pude seguir escuchando nada más, otra explosión se escuchaba a kilómetros de distancia y todas las emisoras quedaron estáticas.

Volví a mirar hacia delante y pude ver un control militar a unos metros enfrente de nosotros, rápidamente bajamos de nuestros autos y hablamos con los soldados y la gente asustada que allí se encontraban.

Frank se acerco a mi y me había dicho que solo aquellos que habían servido al país podrían entrar primero ya que de esa forma el gobierno les brindaba un pago por su servicio en las guerras que habían librado o por su trabajo con el ejercito y el gobierno.

Al decir eso supe que no entraría, nunca estuve en el ejercito y mi familia tampoco, pero el me tomo del hombro y me dijo que no me preocupara que haría todo lo posible para que yo también pudiese entrar.

Soldado: Digan me Nombre y Código

Frank: Si claro, mi nombre es Frank y esta es mi familia, mi hijo Hector, mi hija Mary y mi esposa Nydia.

Soldado: ¿Y aquel hombre que le acompaña?

Frank: A si este es mi hermano Dany recién llegaba de vacaciones así que por eso esta desubicado y confuso.

Soldado: mmmm...esta bien ahora diga me código y en donde sirvió.

Frank: Si claro es 601-EDR estuve sirviendo en el equipo de reconocimiento como ayudante de los francotiradores.

El soldado rápidamente buscó en la hoja que tenia y miro a Frank.

Soldado: Bien, pase a la siguiente sala y rápido.

En ese momento no pude decirle a Frank lo agradecido que estaba con el, pero al recorrer los estrechos pasillos no pude evitar mirar atrás y pensar lo que le ocurriría a las personas que aun no habían podido entrar.

Fuimos los primeros en acceder gracias a el conocimiento de Frank, y su servicio en en ejército.

Llegamos a una habitación mediana que tenia  una pinta de cárcel, pero era eso o morir afuera  por una de aquellas explosiones.

Una vez nos tranquilizamos pudimos escuchar y ver como llegaba  mas gente y como gritaba agitada y despavorida por los pasillos, en ese momento escuchamos por un megáfono de las paredes a un hombre gritando que cerraran las puertas y que lo hicieran rápido.

Al instante el techo y todo lo que nos rodeaba empezó a sacudirse violentamente. Era como un terremoto, era tan fuerte que todos caímos y eramos azotados fuertemente contra las paredes, lo único que pude hacer fue tomar una de las esquinas de la pared y suplicar  para que no nos quedáramos aplastados y atrapados entre todo el metal y concreto.

Caminando Sobre Un Mundo Muerto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora