Lara.
Pude estudiar, hasta que mi cerebro y mis ojos no les entrara más nada de alguna cita literaria. Me quité los lentes y me restregué un poco la cara. Sabía que tenía unas ojeras terribles, que no había descansado nada. Pero eso no era nuevo para mí, después de mis 19 años comencé a sufrir insomnios constantes. Podía manejar eso de estar soñolienta en el día.
Empecé a cocinar lo que sería la cena de bienvenida planificada por Anastasia para Jhon y su primo. Todavía no sabía cómo Santiago y el primo de Jhon solucionarían el desastre del apartamento. Hacia como más de dos horas que la música había acabado. Pero no estaría fácil sacar toda su debacle.
Me entra la risa al pensar en Santiago recogiendo toda su porquería. En ese apartamento habían más de 25 personas, como recogería en serio ese desastre...
Seguí instrucciones de mi amiga por videollamada, mientras ella hablaba yo iba cocinando.
Ya todo estaba montado en la cocina, casi a punto de estar. Se me ocurrió hacer un postre. Algo que no fueran probado antes. Y así fue como me puse manos a la obra en la cocina.
Hoy de seguro Ana iba a querer que me vistiera lo más femenil posible, porque era una "noche especial."
Eso no pasaría, me oponía a esa idea.
Recibí unas cuantas llamadas, de mis padres, mis hermanos. Revisando los correos de la universidad, sobre las tareas.
Sali al balcón y me quede por un rato, mirando el no tan alejado balcón de mis nuevos vecinos. Ya ese lugar no estaría solo dentro de poco. No tendría tanta privacidad como antes. No hacía mucho había estado ahí Santiago, podía ver los vasos rojos en el piso y las cervezas.
Después de las noches que había pasado, no soportaba ya la idea de tenerlo cerca. Éramos un torbellino de odio cuando estábamos juntos. Era tan incomodo a veces.
En seguida se me ocurrió, que tenía que regresar la moto de Luke. Ya sé que no había sido muy educada con ese chico. Tampoco es como si me cayera bien. Pero tenía que regresarle su moto. Así que decidí hacer lo posible para investigar una manera de conseguir.
Hoy en día eso era fácil gracias a las redes sociales. Lo localice por Facebook. Vi sus amigos en común, Santiago, Blair, Eric.. todos los que casi me caían mal.
Quedaría como una completa Stalker, pero tenía que escribirle.
Enseguida le deje un mensaje en el messeger. En escasos minutos contesto.
Este chico sí que me sorprendía a veces.
No me respondió molesto, todo lo contrario. Me dio su número para que lo llamara.
–Hola Luke, es Lara. - dije tranquilamente, tratando de ocultar un poco los nervios y mas allá de eso, lo incomodo de esta situación.
Las cosas que me buscaba por ser impulsiva.
–Hola, me supuse que serias tu. ¿Como estas Lara? - pregunto amablemente.
A que venía todo este rollo de amabilidad que estaba tratando de implantar desde que hablamos en el pasillo.
–Todo bien. - dije cortante, no venía a hacer amigos en la llamada. - Luke lo siento por robarte tu moto, tus amigos me sacaron de quicio y todo se me fue de las manos. Una cosa llevo a la otra... de verdad no era mi intención robármela, solo necesitaba salir de ahí. - dije finalmente.
–Lo sé, mis amigas suelen ser muy irritantes, yo también quiero escapar a veces de todo eso. Tranquila, mañana me la regresas en la universidad. - dijo calmadamente.
No sabía que esto sería así de fácil, me dije mientras suspiraba.
–Bueno gracias. - dijo, pero en su voz sentía que quería seguir la conversación y una parte muy dentro de mí. que no sabía cómo... quería que el siguiera también la conversación.
Pero al instante, algo dentro de mi cambio y corte en seguida la conversación dándole las gracias y diciéndole hasta mañana.
¿Que había sido eso?
Lara, Lara. Siempre haciendo lo contrario a lo que en verdad quieres.
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Aléjate o déjate llevar
Novela JuvenilLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...