Capitulo 37

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Lara.

Mi cabello se estaba terminando de secar enrollándose en las puntas con sus habituales formas, estaba vestida casi en pijama. era una cena en el mismo piso. Obvio no me iría tan elaborada.

Ana apareció por el pasillo con sus altos tacones y unos pantalones pegados. Estaba sencilla, pero con un toque de elegancia que nunca podía faltar de Anastasia.

–De verdad te piensas ir así?.- Entonces levanto la mano para referirse a que no discutiría sobre ese tema.

No me dejo hablar cuándo comenzó a decir algo al respecto de nuevo.

–Por lo menos péinate un poco sí? Que sabes si conoces al amor de tu vida esta noche Lara... siempre se hay que estar preparado. - dijo Ana.

–No me desees tanto bien en la vida, créeme que yo no quisiera estar con una persona tan insoportable con ese sujeto. O sea, se nota que es un desadaptado Ana. No nos dejó dormir en toda la noche. ¿Te acuerdas?

Ella se quedó analizando por un momento.

–Tienes razón, el no creo que sea tu tipo más nunca. - dijo mientras sacaba unas bandejas del refri.

–Wow Lara, en serio esforzaste con esta comida. Siento que todo se ve riquísimo amiga. - dijo Ana.

–Claro que se ve rico Ana, espera a probarlo quedaras impresionada. - dije.

–Vamos, falta terminar algunas cosas en la casa de Jhon, camina.

Mientras caminábamos al apartamento de Jhon, con muchas bandejas en las manos, di las gracias porque era aquí mismo.

En seguida se abrió la puerta y vimos las cuatro paredes de ese hogar, era todo de color gris y blanco. En el apartamento no estaban muchos adornos, pues Jhon se mudaba como tal la próxima semana. A pesar de eso, absolutamente se notaba que era un lugar habitado por hombres. La sencillez estaba a leguas.

El novio de Ana estaba en la gran mesa, acomodando los platos y cubiertos.

En seguida acomodamos las bandejas en la cocina y nos saludó. A anastasia la beso como si nunca la fuera visto, en seguida sentí una pequeña punzada en la barriga. Nunca tendría eso.

–Ya pronto saldrá mi primo. - dijo Jhon, al parecer su pariente se estaba arreglando.

Brevemente la puerta se abrió y salió el primo... de Jhon.

Los ojos penetrantes de Santiago mi miraron y yo a ellos. Esto tenía que ser un verdadero chiste. Pero en vez de reír lo que quería era llorar.

–Lara, él es Santiago. - El sonrió de una manera maliciosa y yo en seguida le di la mano sin decir nada.

El muy capullo lo sabía, claro que lo sabía. Había jugado vilmente conmigo hoy, diciéndome mentiras sobre el verdadero primo de Jhon.

El ambiente se volvió tirante, tenía la garganta ceca. No quería arruinarle la cena a mi mejor amiga. Pero esto era demasiado.

–Todo bien chicos?- dijo Jhon.

Él nos miró extrañado por la rara situación.

–Claro que sí, todo excelente. - dijo Santiago las comisuras de su boca se curvan hacia arriba, como si estuviera mofándose de mí.

Esta noche. La convivencia no sería para nada amena.

El pavo que Jhon había preparado se comenzó a hornear. Estuvimos un rato charlando, pero se sentía raro.

De momento cuando Santiago hablaba con Jhon y Anastasia, yo no comentaba nada. Y cuando yo lo hacía ni siquiera me miraba a la cara, como si no estuviese ahí.

Era raro que ellos no se dieran cuenta de todo lo que estaba pasando de verdad, respire profunda. No quería arruinar esto. Por ahora fingiríamos que no nos odiábamos, o mejor aún. No desconoceríamos completamente.

–Chicos faltan algunas cosas para terminar de decorar el pavo, así que iremos a comprarlas al lugar más cercano. - Dijo mi amiga.

Yo tenía una copa de vino en la mano, con la que me atragante al escuchar eso.

No me dejarían sola con este idiota.

–Santiago, si quieres ve terminando el entremés. Regresamos pronto. - Dijo Jhon.

Me quería oponer a que se fueran y me dejaran sola. Pero era muy tarde. Cuando la puerta se cerró, no esperamos muchos para mostrar de verdad quien éramos.

–Explícame todo este teátrico imbécil, porque no me dijiste hoy que eras de verdad tu? - mi mano apretó fuerte la copa.

Él y yo nos terminaríamos matando en este apartamento. Aquí sucedería una masacre.

Santiago me miro con odio. Cada parte de mi vibro y se erizo por esta mala vibra. 

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora