único ♥︎%

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jisung ama hacer cartas.

un claro ejemplo era en el día de las madres donde ponía todo su esfuerzo, creatividad y amor para adornarlas tal y como a su madre le gustaban, incluso una noche antes de san valentín se iba a la cama tarde haciendo cartas para todos sus compañeros y profesores.

aunque sinceramente no le importaba que fuera un día especial o no.

¡para el pequeño, todos los días eran perfectos!

realmente amaba escribirles cosas bonitas, ponerles brillantina, pegatinas y otras cosas más que a su gusto quedaban maravillosas en ellas.

él ama todo lo que sea suavecito, calentito, bonito y de diversos colores.

por eso, hacerlas para aquel niño de su misma clase era muy divertido, ya que se juntaban las dos cosas que más le gustaban, lee minho y hacer cartas.

dos cosas que catalogaba como piezas de artes dignas de estar en un museo.

para jisung, lee era lo más suavecito, calentito, bonito y colorido que había visto en toda su corta vida, y cabe destacar que su habitación era todo un mundo de cosas adorables llenas de brillos, colores y formas.

su amigo simplemente superaba a todas ellas.

y allí se encontraba, con su manita apoyada en una de sus mejillas, embobado mirando desde su pupitre el angelical perfil de su hyung. los rayos del sol que entraban por la ventana del salón de clases iluminaban su rostro, haciéndolo lucir más bello de lo que ya era.

odiaba estar sentado tan lejos de él, deseaba poder tomarlo de la mano o besar su naricita como solía hacerlo en los recesos.

pero en vez de eso tenía que soportar la aburrida clase de matemáticas que la gruñona maestra estaba impartiendo.

"extraño los besitos de mi hyung" pensó mientras hacía un pucherito.

de la nada una grandiosa idea se pasó por la mente del coreano.

ya que no podía estar con su gatito -apodo que le puso al castaño desde hace unos meses- le haría una carta, se la entregaría en la salida y se irían a casa juntos como acostumbraban, pues el mayor nunca lo dejaba irse solo, temía que algo le pasase a su ardillita bebé, a pesar de que a la hora de salida aún el sol estuviera en su máximo esplendor.

no lo pensó tanto y sacó una hoja de papel amarilla de las tanta que tenía en aquella carpeta adornada por él mismo, también con calcomanías amarillas y rosas.

el rosa era su color favorito.

el amarillo era el color que más le gustaba a minho.

comenzó a sacar los colores de su lapicera, su mano era muy pequeña y no lograba sacarlos todos a la vez, así que debía tomar siete y luego otros siete, pero ni ese molesto detalle le haría enojar pues tan solo en pensar en la hermosa sonrisa que minho le dedicaba cada vez que recibía un regalo suyo era suficiente para llenarlo de motivación. buscar algún tono que se viera bien con la amarilla hoja era lo más importante, antes de comenzar a escribir lo que quería.

y cuando por fin eligió uno que lo convenciera, empezó a redactar y plasmar lo que se le venía a la mente.

su corazoncito latía rápido y de vez en cuando llevaba su vista hasta el asiento del castaño, viéndolo concentrado y con una expresión de seriedad.

para el pequeño era imposible explicar todo lo que sentía cuando pensaba, miraba o estaba con su hyung. sus mejillas se pintaban de un bajito carmesí y no podía parar de sonreír, quería mucho a lee y era imposible ocultarlo.

𝐥𝐞𝐭𝐭𝐫𝐞𝐬 蜜 ⁝ minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora