Caminando Sobre Un Mundo Muerto

La Tumba De Los Inocentes

Entre el fuerte movimiento y sacudidas, pude escuchar a un soldado que gritaba por ayuda, su pierna había quedado atrapada en la puerta y si no se cerraba pronto toda la radiación y muerte entraría por hay y nos aniquilaría a todos.

Como pude salí corriendo a ayudarle, tropezaba a cada paso debido a las explosiones, cuando por fin pude llegar justo a donde aquel soldado tome su pierna y la retire con mucha fuerza para así cerrar junto con otro hombre la puerta, tal vez fue la adrenalina o las ganas de no querer morir la que nos ayudo a poder cerrarla, esa puerta pesaba como mínimo lo de dos autos.

Unos segundos después escuchamos una gran explosión más y como el viento que salia despedido se escuchaba como si de la muerte suspirando se tratase.

Soldado: ¡O mierda! ¡Lo siento, lo siento! ¡Es solo que de entre tanta multitud quede estancado en la entrada! Muchas gracias.

Desconocido: ¡Mierda faltó muy poco! ¡Unos segundos mas y todos aquí estaríamos muertos y atrapados como ratas!.

En ese momento no pude decir nada, solo intentar recuperar la respiración y poder ponerme de pie.

Después de unos segundos llegaron sus compañeros que se encontraban atendiendo a los heridos que se habían lastimado con las sacudidas y los golpes que estas les habían causado.

Se llevaron a aquel hombre y inmediatamente busque a Frank para saber como se encontraba el y su familia.

Cuando llegue pude verlo sentado en el piso con sus dos hijos y su mujer.

Sin decir ni una palabra me senté enfrente de ellos y me puse a pensar cuanto tiempo estaríamos así y cuantos de nosotros lograremos aguantar.

Entre sonidos de alarma y gritos de los heridos pude escuchar el sonido de un reloj, y la voz de Frank diciéndome que si esta sera nuestra tumba y por cuanto tiempo prolongaremos nuestro inevitable final.

Con un nudo en la garganta y las manos frías solo pude decir que tenia miedo.