Abismo.

Veinticuatro.

—Se acabaron las misiones por hoy —dijo Kakashi—, pueden irse.

—¿Ya? —preguntó Naruto, quejándose—, pero si son las diez de la mañana. 

—Adiós —dijo su sensei, sin decir nada más.

 —Percy —le habló Sasuke, la chica había estado viendo la espalda de Kakashi fijamente hasta que su compañero reclamó su atención. El Uchiha parecía algo nervioso—, ¿te gustaría ir a comer dango conmigo?

Antes de que Percy pudiera responder, Naruto volvió a hablar.

—Esperen un momento —dijo el rubio—. Hay una misión de rango S que incluso nosotros podemos hacer —sus dos compañeros lo miraron confundidos—. Una con un amplio historial de fracasos, una misión solo para nosotros. ¡Ver la cara de Kakashi-sensei!

Sasuke vió la sonrisa creciente en el rostro de Percy y supo que ella iba a acceder al instante y a él también le interesaba.

—Es una misión ideal para días como este —dijo Sasuke, de acuerdo.

—Pero, ¿qué haremos? —preguntó Percy entonces—. Nunca funciona nada de lo que intentamos.

—¡Se me ocurrió un plan perfecto, de veras! —dijo Naruto, al ver las miradas expectantes de sus compañeros, continuó hablando—. Una foto. Buscaremos entre todas las fotos que se tomó Kakashi-sensei, seguro que habrá una.

Percy negó con la cabeza.

—Ya intenté eso una vez, salé con su máscara en todas.

—En el registro de ninjas de Hokage-sama —dijo una voz nueva, llamando la atención de los tres genin—. Allí debe aparecer sin máscara. "Pero los archivos de la aldea son secretos" dirán. No se puede acceder a ellos con facilidad.

—¿Nos escuchaste? —preguntó Naruto, con los ojos entrecerrados.

—¿Quién eres? —preguntó Sasuke, lo que de verdad importaba. A su lado, Percy únicamente miraba al chico con profundo interés.

—Soy Sukea, un fotógrafo —se presentó el chico de ojos grises y cabello marrón, tenía un muy simpático lunar en su barbilla—. Voy de arriba a abajo en busca de exclusivas.

—¿De izquierda a derecha no? —preguntó Naruto, haciendo que Percy soltara una pequeña carcajada.

—En todo caso, ahora estoy buscando una exclusiva, oí algo muy interesante.

—¡O sea que si nos escucho! —dijo Naruto a la defensiva—, ¿lo matamos?

Percy asintió.

—Nuestro secreto morirá con él.

Sukea se alejó un paso de ellos.

—Tiene razón —dijo Sasuke, llamando la atención de los demás—. Cuando uno se registra en el archivo, tiene que mostrar su rostro. Algo tan obvio seguro que se le escapó.

—¿Me dejarían unírmeles? —dijo Sukea con una sonrisa amigable.

—¿Cuál es tu objetivo? —preguntó Sasuke, adoptando una postura diferente.

—Si pudiera conseguir la cara descubierta de Kakashi-san, sería una gran noticia, la mayor de la historia de Konoha. Aunque luego lo censuraran, sacaría una gran suma.

—¡Ya sé! —dijo Naruto, con una sonrisa creciendo en su rostro—. Si ganas dinero con eso, nos invitas a comer ramen.

—Gyoza si quieren —dijo Sukea, confiado—. Trato hecho.