🌟Mío🌟Alemania Nazi

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Aclaración: lo recuerdos van a estar entre éstas cositas ~~.
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~Suspiró completamente enamorado, leyendo aquella carta escrita a mano, con la mejor caligrafía que había visto en su vida, está no era nada más que un pequeño pedazo de su colección de regalos, todos enviados por aquel con quién compartía un pequeño secreto, uno que le traía locamente enamorado.

El alemán era un hombre de clase, inteligente, capaz de convencer a cualquiera con sus palabras, era respetado o mejor dicho, temido por todos, y todo a causa de aquellas "leyendas" que llevaban su nombre, aquellas que repetían una y otra vez con total seguridad de su veracidad y que describían a lujo de detalle el como asesinaba a sangre fría, una ridiculez desde su punto de vista.

Si aquel hombre fuera un asesino, el sería el primero en saberlo, había estado tantas veces en su casa que ya la conocía de memoria, habían pasado noches enteras juntos y si el otro tuviera un "deseo incontrolable por matar" le hubiera hecho algo, o por lo menos intentado, comportado agresivo o como sea que se comporte un asesino, pero no y tuvo más de un millón de oportunidades para hacerlo.

De hecho, era el novio más tierno en todo el mundo, le concedía todos sus caprichos, le escribía los más dulces poemas, le dedicaba canciones, y solía decirle que una vez que domine el mundo lo haría rey y podrían estar juntos sin necesidad de esconderse, y aunque le resultaba algo irrealista, lo que de verdad importaba era a lo que se refería, que le daría todo por lo que lucho durante tanto tiempo solo porque lo amaba... Y que estarían juntos sin necesidad de esconderse.

Y le parecía sumamente tierno, aunque tal vez estaba analizando demasiado una simple frase que no tiene un segundo significado y es solo una estupidez dicha por el otro, pero bueno, el amor te obliga a hacer esa clase de cosas, ¿No?.~

Se dió vuelta en aquella cama, Intentando quitar de su mente aquel recuerdo de su estupidez, suspiró, y a pesar de intentar de todo para evitar que aquellos recuerdos vuelvan a su mente, algo dentro de el no quiso cumplirle ese simple pedido, recordándole nuevamente la sensación de aquellos brazos rodeándolo, su calidez, sentir su respiración y escuchar aquella voz ronca al despertar.

En otros tiempos, no hubiera sido capaz de contener sus lágrimas, pero ahora ya se había acostumbrado a aquel dolor en su pecho y el frío de su cama, y se odiaba por todavía seguir reviviendo aquella estupidez, habían pasado años y había aprendido a odiarlo, después de todo, le había mentido durante todo el tiempo que estuvieron juntos, y a decir verdad, hasta le daba asco, le repudia siquiera recordar su rostro.

Pero sobre todo se odiaba a si mismo, se odiaba por permitirse acercarse a él, a pesar de que le habían advertido de la mierda que era, de dejarse seducir por sus palabras, de haberle entregado todo su ser y ahora tener que pagar las consecuencias.

Había vivido una fantasía, negando la realidad a puntos que aún no entendía, y había visto la realidad, pero no quiso creer a sus propios ojos, negando inútilmente cada pista.

~Miró aquel reloj, eran cerca de las dos de la madrugada, la hora perfecta para el crimen perfecto, se levantó con algo de dificultad, algo típico desde que visitaba al alemán, aunque eso no era importante o por lo menos no ahora, salió con sumo cuidado de la habitación para evitar despertar a su amado y así poder cumplir su cometido.

Su crimen en cuestión se trataba solo de calmar su curiosidad, solía ver con frecuencia al alemán dibujar, incluso fue su modelo en varias ocasiones, aunque nunca le permitía entrar al pequeño "taller de arte" que tenía, y para asegurarse de que no pueda lograr nunca descubrir los secretos que se escondían detrás de aquella puerta, el alemán la cerraba con llave.

🌹One-Shots con Arge Pasivo 🌹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora