Capítulo 2: Ojos de miedo.

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❝Amado mío, tal vez nos tomemos un tiempo. La mente del caleidoscopio se interpone en el camino. Rezo y espero cariño, para que te quedes. Las mentiras de las mariposas, ahuyéntalas. Bailemos alrededor de la sala, me pierdo a mí mismo al verte. He visto el rojo, he visto el azul. Toma todo de mi.❞ 

 -Lover of mine, 5 Seconds Of Summer.





El miedo lo recorre, pero su voluntad de quedarse sentado allí es incluso más fuerte que los incontables pensamientos que atraviesan su mente.

Observa la pared de su habitación, ha insistido en quedarse en su casa, incluso cuando Jimin le repite cada día que puede dormir en su hogar, aun cuando se siente protegido a un lado de su amigo.

Siente ese fuego interior que le dice que no quiere depender de alguien, pero luego observa sus manos temblar, su respiración entrecortada, el llanto que cae de sus mejillas como cataratas de un abismo interno infinito, y no entiende si es una enfermedad, o si Seung ha calado tan profundo en su ser, que quizás ya no es lo que era antes de él.

Quizás ya no es ese Taehyung que podía caminar por la calle con tranquilidad en días que no fueran sábado o domingo. Quizás ya no es ese Taehyung que puede permitirse disfrutar de sí mismo.

Se mira al espejo, y solo puede ver el rastro de su dolor. El quejido de su alma, el sonido de los gritos de Seung en su cabeza. Hasta el momento no sabe que necesita ayuda, pero parece darse cuenta a veces, aunque luego de que el miedo lo sobrepasa, olvida incluso quién es, quién desea ser.

Tiene preguntas que hacerse a sí mismo, a Seung, a su padre, a su madre que no ha dado señales de vida jamás. A aquellas familias que no dudaron en abandonarlo incluso antes de permitirse conocerlo.

Desea respuestas a tantas cosas, pero de igual forma el temor de cuestionar y salir como una oveja trasquilada, es incluso más fuerte que el terror que le tiene a Min Seung.

Escucha los golpes en la puerta, observa hacia allí mientras los toques se hacen más rápidos. Tiene miedo, como cada vez que alguien le visita.

"¡Hyung, somos Jungkook y yo!", escucha la voz de Jimin y su respiración vuelve a ser estable. Se levanta y se seca el sudor de la frente con el dorso de la mano.

Abre la puerta y lo primero que ve es a Jimin con un paraguas en su mano, que parece estilar y el agua cae en el piso, sonríe, porque cada una de las visitas que el menor hace a su hogar terminan en limpieza. Lo siguiente, es a Jungkook con cuatro bolsas de supermercado en cada mano, es extraño, porque parece enojado, y Jimin bastante sonriente.

"Lo hice traer todo eso desde el supermercado", ríe Jimin tapándose la boca. "¿Cómo estás, hyung?", desde hace unos días el muchacho lo trata con bastante más liviandad, cosa que agradece en demasía porque los tratos respetuosos a la edad de veinticinco años no son tan bien recibidos, no si vienen de parte de un muchacho de casi veintidós.

Ojos así【KTH x JJK】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora