Capítulo 48

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—¿Llevas todo?.

—Bueno, no necesito muchas cosas. Trataré de estar aquí de nuevo lo más rápido posible.

Wendy y Soos cruzaron miradas nerviosas y suspiraron.

—Ten, es por si vez algún zombie —Soos le entregó una pala. Los tres rieron. Aunque a ______ no le parecería nada raro el ver a algún muerto viviente en medio del camino.

—Tranquilos ¡voy a estar bien!. No creo que Pacífica me espere con un arma o algo así —volvieron a reír y ______ salió por la puerta de la tienda.

A pesar de que estuviesen entrando a Agosto, una brisa helada le recorrió la espalda. Estaba anocheciendo, y eso era lo único que más le preocupaba a _____.

Nunca había estado en el bosque sola. Siempre era acompañada de alguno de los gemelos o con Will, pero en ese momento lo único que podía hacer era valerse de su poco desarrollado sentido de la orientación. Para su mala suerte, aun no habían tocado esa unidad con su mentor.

Apresuró el paso. Le sorprendía el no haberse encontrado aún con ningún otro murciélago extraño. Generalmente estaban al acecho a unos metros de la cabaña.

Habló muy rápido. Un gruñido se escuchó en uno de los arbustos detrás de ella. Siguió caminando, lo que menos tenía que perder era el tiempo. En unos 15 minutos, La Cabaña del Misterio iría al ataque tal como la última vez. Solo que con unas mejoras.

El plan había sido posible gracias a Will. Había estado desde las sombras indicándoles que hacer. Además de que, el señor Ford ya había pensado en eso y tenía algunas armas neutralizadoras escondidas.
Lo único que harían sería apretar un botón e ir contra aquella figura geométrica de tres lados.

Se le escapó un chillido por el susto. Unas garras se le clavaron en la espalda y por un momento sintió como su cuerpo se elevaba unos centímetros del suelo. Logró alcanzar la pierna de aquella criatura y tiro de ella al suelo, derribandola.

Bastó con un pequeño rayo azul para que el murciélago gigante quedará congelado en el suelo.

—Ay, que asquito —______lo empujó con el pie, pues había empezado a brotar un líquido color blanco de su boca.

Suspiro y comenzó a andar de nuevo. Un sacudon de parte del suelo la hizo sobresaltar de nuevo. Giro sobre si misma y, en vano, trato de ver hacia la cabaña.

A penas pudo divisar algo moverse y dar grandes zancadas, pero si podía escuchar los vítores de sus amigos y también los horribles chillidos que producían aquellos murciélagos en dirección al Cabaña-Bot.

Debía darse prisa. Comenzó a correr, hacia donde ella recordaba estaba el cartel de bienvenida, deseando no encontrarse con ningún otro murciélago gigante o alguna criatura de ese estilo.

Luego de unos minutos por fin llegó al cartel. La carretera estaba desierta, pero a lo lejos podías escuchar el caso y sobre el, ocupando toda la vista perimetral se encontraba la gran pirámide de Bill Cypher.

—Por favor, resistan— pensó en voz alta antes de volver la vista al suelo.

Saco el teléfono de Dipper de su bolsillo y puso la fecha de su cumpleaños. Entró al chat de Pacífica y volvio a ver la foto que le había mandado.

Era un hotel en frente de Central Park, y para la suerte de ____ sabía bien donde estaba.

—Okay okay, puedo hacerlo—susurró volviendo a guardar el teléfono—. Concéntrate.

La expresión de estar haciendo del número dos en el baño volvió a hacerse presente en su cara. Se imaginó la esquina de aquel parque, con cientos de personas caminando al rededor. Edificios que tocaban el cielo rodeandola y un inconfundible aroma a hotdogs.

Love Me {Dipper Y Tu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora