You, my favorite photograph (Pausado)

12: Nunca olvides

Al final fue facil hablar con ella. Realmente facil.
Era agradable, más de lo que ya suponia. Intentaba hacerme reir a cada momento, y me gustaba.
— Entonces que hay de ti —preguntó Vee, sorprendiendome—. Conociste a mi familia, a mi madre, desgraciadamente... ya conoces bastante de mi, ahora es tu turno.
Pensé por un momento, sin saber que decir.
— No hay mucho que decir. Chris es mi mejor amigo, y casi la unica persona que tengo en mi vida. Ademas de eso... diria que soy bastante solitaria —Vee sonrió y miró sus manos en silencio. Supe al instante qué estaba pensando—. ¿Lily te habló de mi familia?
Ella me miró apenada.
— Lo siento. No es que sea una chismosa... no hablemos de eso.
— Oh, pero... no me molesta —interrumpí.
Ambas estuvimos en silencio.
Quizás ella creía que estaba mintiendo... pero lo decía en serio.
Cuanto más lo pensaba, más quería hablarle sobre ellos.
Excepto por Chris, nadie sabia nada sobre mi familia. Como si jamas hubieran existido.
En realidad no era agradable que fingieran que nada habia pasado.
No habia nacido del aire, ¿verdad?
Estaba perdida en mis pensamientos cuando Vee me habló.
— Oye, Emma. Lo siento, yo...
— No, no. Solo estaba recordando —dije con una sonrisa—. ¿Quieres saber de ellos?
Vee dudó por un momento.
— ¿Estas segura de que quieres hablar de ellos?
Sonreí en respuesta.
— Cuando era pequeña tenía una familia muy felíz. De verdad pareciamos esas familia modelo. Solo eramos nosotros cuatro: mis padres, mi hermano Ryan y yo. Mi padre era hijo unico y mis abuelos fallecieron hace mucho. Y mi madre tiene una hermana. Pero aun así solo eramos nosotros cuatro. Llevabamos una vida buena y tranquila. Pero todo eso cambió, cuando tenía siete y Ryan diez. Mis padres decidieron llevarnos a unas vacaciones sorpresa... y tuvimos un accidente de auto cuando comenzabamos el viaje. Papá y mamá, bueno, ya sabes...
Me quedé en silencio por un momento, respirando pesadamente.
No noté que Vee había tomado mi mano hasta que habló.
— Lo siento mucho. Seguro ellos estan orgullosos de ti y te estan cuidando —Vee sonrió—. Esta bien si no quieres seguír...
— No, yo... —no sabía por qué sentía que debía seguír hablando, pero no encontraba las palabras adecuadas.
— Emma.
Miré a Vee a los ojos. Parecía preocupada, pero una sola mirada a ella y pude relajarme un poco.
Suspiré y seguí hablando.
— Ryan me salvó. Me cubrió con su cuerpo y recibió todo el impacto. Aun así creímos que no le había sucedido nada... Después de eso fuimos a vivír con Chris hasta que Ryan cumplió dieciocho y se hizo cargo de nosotros. Claro que la familia de Chris nos ayudó y mis padres tenian seguro. Pero aun asi mi hermano se hizo cargo de nosotros. Siempre trabajó duro, ¿sabes? —sonreí tristemente—. Cargaba con la perdida de mis padres, me crió bien, se encargaba de mis psicologos cuando tuvo edad para hacerlo, se hizo cargo de la pequeña empresa de mi padre... todo solo. Trabajó muy duro... pero ninguno esperaba que el golpe en la cabeza que tenia desde el accidente aparecería otra vez. Hace cuatro años Ryan fue a dormir y simplemente no despertó.
— Yo...
— No digas lo siento —me quejé-. Lo entiendo, pero estoy bien. Los psicologos dicen que es sano hablar sobre ellos. Ayuda un poco... —la miré de reojo—. Aunque eres la primera persona, ademas de Chris, a quien puedo contarle.
— Puedes contarme lo que quieras. Te escucharé siempre —dudó por un momento antes de seguír—. Estoy segura de que tu hermano es felíz. Los tres... yo... es dificil decir esto, no sé si es correcto.
— No te preocupes. Me alegra oirlo —sonreí un poco—. Y también lo creo, que ahora estan juntos, felices, y cuidandome como siempre lo hicieron. No todo en la vida es color de rosas. Todos tienen cosas feas y malas, y existen más perdidas de lo que uno se imagina. Así que intento no ser miserable y seguír adelante.
—Lo entiendo. Entonces tu... ¿estas sana? —preguntó de repente, apretando mi mano. Habia olvidado que la sostenia—. Debes hacerte chequeos seguidos para controlar que nada malo aparezca... oh, lo siento.
Reí al escucharla disculparse.
—No te disculpes, no dijiste nada malo —aseguré—. Me hago chequeos cada ciertos meses, pero estoy sana. Salí ilesa del accidente, solo con algunos raspones. Mis problemas son... viejos traumas...
— ¿Viejos traumas? —preguntó preocupada—. En el cuerpo o...
—No, en mi mente —murmuré—. Yo... desde el accidente olvido las cosas. No recuerdo mucho de mi infancia, excepto por lo que me contaban Chris o su familia, incluso Ryan. A medida que voy creciendo, sucede más y más. Después de ver muchos especialistas, llegaron a la conclucion de que era yo misma. Cree un sistema de auto-defensa para cargar con todo lo que sucedió. Dijeron que... incluso un dia podria olvidar que hubo un accidente.
— ¿Puedes hacer algo? ¿Puedo ayudarte?
— Vee —sonreí tranquilizandola—. Estoy bien. Chris me cuida y ayuda a recordar. Ademas... dijeron que algun día, quizás, se detenga. Solo debo dejar ir ese dolor y aceptar la realidad. Pero inconcientemente... es dificil.
— Lo entiendo. ¿Sabes que? Debes contarme más cosas. Todo sobre ti. Entonces ayudaré a Chris y no dejaré que olvides las cosas importantes —se veía decidida y eso me hizo sonreír.
Antes de poder contestar, mi telefono interrumpió.
Vi el nombre de Chris en la pantalla, y supe de inmediato que iba a regañarme.
Me disculpé con Vee y dejé ir su mano para atender el telefono.
— Chris...
— ¡¿DONDE ESTAS?! —gritó cuando atendí.
— ¿Por qué gritas? Aún estoy aquí —suspiré.
— Mierda, me preocupé —lo oí respirar pesadamente—. Ese fue el almuerzo más largo del mundo, han pasado tres horas. Simplemente pensé que ya habias terminado.
— Wow, ¿tres horas? —dije sorprendida.
Vee miró su telefono levantando un ceja, y sonrió.
— Si, tres. Sali antes y me apure a llegar a casa pero no estabas. ¿Aun no terminas?
— Yo... supongo que estare ahi pronto —dije a regañadientes.
Molesto, muy molesto.
—Ire a buscarte, solo espera.
—No -interrumpí—. Debes estar cansado, puedo volver sola. Intentaré conseguír un taxi...
—Yo te llevo —dijo Vee frente a mi.  Todo ese tiempo me miraba fijamente mientras hablaba con Chris.
Chris suspiró.
— La oí. Agradece a esa chica por mi y deja que te traiga de vuelta, por favor —rogó desde el otro lado.
Me despedí de él rapidamente y corté, sonriendo porque Chris pensaba que era Lily con quien me reunia.
Vee estuvo frente a mi tranquilamente, esperando que diga algo.
Al final miré mis manos y me disculpé.
—Lo siento, Chris grita un poco...
—Lo oí —dijo sonando divertida—. Pero puede estar tranquilo, te llevaré de regreso.
—Vee, asi esta bien, puedo volver sola —aseguré.
Ella se recostó contra la silla.
— No dejaré que vuelvas sola. Solo deja que te lleve, ¿por favor?
Ambas nos miramos por un momento.
No queria causarle molestias, pero debia admitir que tampoco queria despedirme de ella tan pronto.
— Entonces deberiamos irnos —dije sin más—. Este lugar... estuvimos mucho tiempo aquí.
— Sí, es increible como el tiempo corre cuando estas con la persona indicada.
Vee sonrió de manera seductora, haciendo que ruede mis ojos.
—Me referia a que... eh, no se cuanto pueden valer todas esas horas y esa comida elegante —dije apenada, evitando su mirada.
No es que no tuviera dinero, pero este lugar parecia un poco caro.
Vee comenzó a reír.
— ¿Crees que Lily te haría pagar después de toda la trampa que hizo? —preguntó sonriendo—. Este lugar es de su familia, por eso tuvimos el salon tanto tiempo. Y la cuenta va por su parte.
La miré un poco incomoda.
—Aun asi no me parece bien. Puedo pagar la mit...
—Emma, a mi tampoco me gusta —aseguró Vee—, me hubiera gustado ser yo quien te sorprenda... pero puedes tomarlo como su regalo de agradecimiento, por tus maravillosas fotos. Ademas, la proxima...
La miré de reojo.
— ¿La proxima?
Ella me miró fijamente.
— La proxima yo sere quien te lleve a un lugar bonito, aunque a un lugar un poco más simple —miró al rededor—. Esto es demasiado elegante, parece los lugares donde mi madre va a tomar el té.
Eso me hizo reír.
—No me gusta mucho el té, pero amo el café.
— Entonces esta decidido. La proxima vez será genial —Vee se levantó—. Ahora vamos, deja que te lleve a casa.