Capitulo 1→¿Tu eres Syles?

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Stiles

Mi alarma me despertó de la misma manera de siempre, con esa horrible canción, que a decir verdad es una melodía muy linda, pero cuando la escuchas todos los días de lunes a viernes, justo a las 6:00am te deja de agradar.

Lo primero que hice fue apagar la estúpida alarma, y como el tonto que soy, al levantarme tropecé, adivinen con que, exacto, con mis pies.

Me cambié rápidamente y baje al piso de abajo para poder tomar el aderall, tomar algo de desayuno y poder despedirme de mi padre. Y pues sí, baje, desayuné, tomé el aderall, pero no pude despedirme de mi padre, ¿Porqué? otra vez se fue sin despedirse, algo muy común últimamente.

Cuando según yo estuve listo, tomé las llaves de mi Jeep y salí directo a la casa de Scott. Y después de sonar la bocina unas 4 veces se digno a salir.

–Hey, perdón– Dijo mientras se subía. –Mi mamá no me dejaba salir sin esta estúpida chamarra– Apuntó a una gigantesca chamarra que traía puesta.

–No hay problema, pero a la otra te juro que me voy sin tí– mencioné con una clara indignación falsa.

–Hablas como si estuvieras en una telenovela mexicana de 1990– dijo después de soltar una sonora carcajada. –Oye hablando de gente dramática, ¿Hoy tienes turno en el super?– mencionó haciendo referencia al supermercado donde trabajo.

–Lamentablemente sí–

–Oye, pero mira el lado positivo, es "Lunes de Belleza"– dijo enfatizando con burla el belleza. –Te toca acomodar los productos, no es tan malo–

–O sí lo es, tu no tienes que aguantar a cientos de señoritas salvajes–

Y cuando menos lo espere ya estábamos ahí, en la cárcel de Baecon Hils, perdón, en la Escuela Secundaria de Beacon Hils, una escuela en buenas condiciones, con maestros dentro de lo que cabe "agradables", me gustaría, es más, me encantaría decir lo mismo de los alumnos, pero claramente es una gran mentira.

Siempre ha sido Scott y yo, solos, y no me malinterpreten, a mí me encanta estar así, al que parece no agradarle tanto es a Scott, aunque a decir verdad, nunca me ha dejado solo, y espero que no lo haga, ya que ambos sabemos, aunque él lo niegue, es que si no fuera porque está junto a mí, el sería uno de los más populares.

–Oye Stiles–

–¿Sí?– le respondí mientas guardaba unos libros en el casillero

–Ehh no sé cómo decirlo– cerré lentamente mi casillero y dirigí mi mirada hacia él, levantando una ceja. – Quiero ir a una fiesta– habló tan rápido que casi no distingo lo que dijo.

–¿Está bien?–  dije con una pisca de duda, o sea ¿Me estaba preguntando?

–¿Qué? ¿Estás aceptando ir?– comentó asombrado

–Para nada, estoy diciendo que puedes ir– Le dí una sonrisa burlesca.

–Oye, no, o sea...–

Y justo, llegó mi salvación, la campana de inicio de primer hora.

–Lo siento Scotty, hay que ir a clases–

¿Amor? -Stydia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora