🩰⭒ ꒰ besitos por todo el rostro ꒱ ★ b. katsuki ? ! ⊹

⠀⠀૮ 🌷⠀.⠀ episodio siete⠀ ꐑ⑅ꐑ

❛ BESITO EN LAS DOS MEJILLAS ❜

                              LA SALIDA LLEGÓ y la Hayashi se encontraba cambiando sus zapatos, mientras que Katsuki gritaba desde afuera que se apure.

¿La razón por la cuál la estaba acompañando a su casa esta vez? Pues, hizo que se enojara mucho, más decir que estaba con código rojo, explotó tal y cómo él lo hace.

A Katsuki le sorprendió mucho cuando estaba totalmente molesta, nunca había visto ese rostro en ella.

—Lárgate de mi vista ante que te de un buen golpe.

El rubio cenizo rió con burla ante su comentario, su cabeza estaba baja y empezaba a apretar sus puños.

Alzó la mirada y él se dio cuenta lo molesta que estaba, cosa que lo sorprendió levemente.

Chasqueó la lengua y se largó de los pasillos gritando todo persona que se le cruzaba.

Y en la salida, estaba ahí en su casillero de zapatos esperándola, la muchacha tomó aire y trató de que no se enoje de nuevo.

—Oye, fea, te acompaño a tu casa— alzó una ceja— con ese humor que éstas, de seguro le gritas a todas las personas que te cruzas.

—Ni que fuera tú.

Él simplemente se alejó, pero se detuvo en la puerta, viendo a la pequeña con el ceño fruncido.

Cuando terminó de guardar corrió hacia él y fueron rumbo a su casa.

A su madre le hubiera encantado que lo invite a cenar, pero él se negó muchas veces cuando estaban antes de entrar, logrando que la más baja haga un pequeño puchero.

—Como desees —sonrió levemente mientras abría la puerta de su hogar. El chico era muy terco.

Cuando dio un pie en el, se le ocurrió una idea, una sonrisa burlona y pícara se apoderó de su rostro, volteando a verlo, Bakugou por su parte alzó su ceja sin entender lo que estaba por hacer, porque ya sabía que esa mirada significaba algo.

—¿Qué me miras, fea?

Lo tomó de los hombros en un segundo, se colocó de puntillas y le dio dos suaves besos en sus ambas mejillas.

—Tu recompensa por acompañarme —sonrió mientras acariciabas su labio inferior.

—¡¿Ah?!

Las explosiones que hizo alarmó a la señora Hayashi que vino corriendo, pero al encontrarse con la escena, sonrió ampliamente, como su hija hacía.

—Ara, ara, veo que mi hija trajo a su novio —puso una mano en su mejilla, totalmente feliz— ¿Quieres cenar con nosotros, jovencito?

Esta vez Bakugou no pudo negarse. Y Kaede se burlaba internamente.

— Señora, por tercera vez, no somos pareja —habló levemente frustrado el Bakugou mientras que la señora recogía los platos de la mesa.

— ¿Ah, no? ¿No se estaban besando en ese momento? —Kaede sacudió su cabeza, negando la pregunta— Oh, perdón el malentendido.

La de ojos amarillos ayudó a su madre a llevar los platos, en ese momento el joven se encontraba totalmente tieso, nunca había estado tanto tiempo en la casa de una chica, mejor dicho, nunca había estado en la casa de una chica. A la justas, y a regañadientes iba al hogar de Kirishima, ¡y eso! sólo eran por trabajos.

— Si quieres te acompaño hasta tal lugar —ofreció con una pequeña sonrisa.

Sonrisa que logró que él sintiera una leve corriente eléctrica pasar desde su cabeza hasta los pies.

—Me gustaría conocer tu casa —susurró deprimida, aún sabiendo que él estaba escuchándola.

—Ya es de noche, yo puedo ir sólo.

—¡Esa no es la respuesta que quería escuchar! —le reclamó levemente molesta al notar que su plan no había funcionado.

— ¿Qué rayos querías que te dijera? —interrogó, afirmaba que esa chica era extraña.

Hayashi se quedó callada mientras sentía sus mejillas calientes.

—Nada, gracias por la visita.