Habían pasado tres semanas desde la muerte de sus padres. Louis aprendió a sobrellevarlo, ya no dolía el despertarse y no escuchar la melódica voz de su madre llamándolo a desayunar, o las tardes de costura que solían tener. Pero decidió quedarse con los buenos recuerdos, con sus sonrisas, sus abrazos cálidos, con su amor.
Borro las noches de llantos, las discusiones que retumbaban en las paredes, se deshizo de las malas experiencias y los malos recuerdos. Ya había olvidado lo que se sentía despertar en medio de la madrugada escuchando gritos. Olvido las imágenes vagas que solían rondar su cabeza de su padre llegando de algún bar, borracho apestando a mujeres y alcohol.
Su madre estaría en paz ahora, y eso lo reconfortaba. Sonreía cada vez que un olor a flores y dulces inundaba la habitación en donde se encontraba, pensaba que era ella que estaba a su lado.
Encontró un trabajo, no era mucho pero por lo menos podía sustentarse la mayor parte del mes. Era un pequeña cafetería un poco lejana de su casa pero eso no importaba, Liam se había encargado de llevarlo cada día.
Louis trato de decirle muchas veces que no necesitaba que lo llevara, que tranquilamente podría tomar un autobús, pero su amigo nunca lo escucho, siempre le respondía que la calle era muy peligrosa para volver a tan altas horas de la noche solo a su casa.
Louis dejo de discutir cuando se dio cuenta de que era en vano tratar de convencerlo. Después de todo se sentía seguro y querido por el, y eso le agradaba.
Eran cerca de las siete de la mañana, Louis se preparaba para un nuevo día de trabajo. Después de tomar su desayuno escucho una bocina que llamaba desde fuera. Louis enseguida tomo sus pertenencias y salio.
- Hola Liam.- Exclamó Louis con un gesto de mano.
- Eh! Como estas amigo?
- Muy bien, anoche pude dormir bien y estoy con muchas energías.
- Me alegro mucho Louis. Me alegra verte tan bien. A pesar de todo, tu sabes que estoy aquí para ti y en la mas mínima sensación que tengas de depresi...
- de depresión, debo llamarte y hablarlo contigo.- Lo interrumpió Louis.- Me lo has dicho siempre Liam, ya lo se y lo haré si en algún momento lo necesito. Gracias.- El ojiazul paso su mano por el hombro de su amigo, tranquilizándolo.
- Siento ser tan pesado Louis, pero me preocupo mucho por ti, eres como mi hermano y no podría verte mal, no de nuevo. Me entiendes?
- Si, te entiendo y te prometo que no lo harás.
El viaje se paso en charlas y bromas. Liam siempre hacia que el ambiente se recuperara y se sintieran cómodos. Sus anécdotas sin sentido hacían de una mañana aburrida y gris a una llena de risas. Eso era una de las cosas que más amaba de su amigo.
- Aquí estaré cuando salgas, no te pierdas.
Ya habían llegado al trabajo de Louis.
- Ya lo sé y no lo haré. Nos vemos luego.
El sonido del motor resonó en los oídos del ojiazul, se quedo parado por unos segundos, observando como se alejaba el auto.
Al entrar a la cafetería el calor lo abrazo y el olor a chocolate se introdujo por sus fosas.
Pudo escuchar a alguien maldiciendo debajo del mostrador, Louis se acercó y cuando estaba por mirar alguien se levanto muy rápido y le dio un cabezazo en su nariz. Enseguida retrocedió y pudo observar quien era. No le sorprendía.
Niall, su compañero de turno. Era un completo desastre. Tenía 18 años, era Beta. Tenía cabello rubio con raíces de otro color. Ojos tan azules como el cielo, un poco más claros que los de Louis. Usaba brackets y gafas, pero muy pocas veces lo veías con ellas. Era muy divertido y agradable, el tiempo se pasaba tranquilo con el. Pero siempre ocasionaba problemas, no intencionalmente pero los provocaba. Aparte de ello, era un buen chico.
- Lo siento...Lo siento lo siento lo siento.- Niall corrió hacía el otro lado del mostrador y le ofreció un pañuelo a Louis para que limpiara la sangre que salia de su nariz.
Louis lo miro con enojo que enseguida desapareció.
- No importa Niall, ya estoy acostumbrado a esto.
- Realmente lo siento, estaba buscando mi maldito gorro, pero no lo pude encontrar.
- Mhm...Solo por preguntar, no sera ese que esta encima de aquel estante?
Niall volteo a la dirección donde miraba Louis y, efectivamente, allí estaba el responsable de que la nariz de Louis estuviera goteando.
- Maldito hijo de perra, como has llegado allí?
- Suerte con poder alcanzarlo.
- Seguro que fue Stan, no para de molestarme.
- Te diría que le diéramos su merecido, pero me lleva dos cabezas y yo no quiero ser un clavo en el piso, así que lo siento por ti amigo.
- Eres un cobarde Louis.
- Oye! no es mi culpa ser chiquito.- Louis hizo una mueca de disgusto y se dirigió a los vestidores para ponerse su traje y limpiarse mejor.
Luego de un rato limpiando y ordenando el lugar para poder abrir, la campana que avisaba si alguien entraba al local sonó, y Louis acudió rápidamente a atender al cliente.
Quedo paralizado en mitad del camino. Era Luke, un empresario famoso de la ciudad. Un Alfa de complexión grande, pelo rubio y ojos azules. Siempre iba a tomar café en ese lugar, pero Louis había notado un extraño comportamiento hacía el, cada vez que Niall lo atendía le decía que lo sentía pero quería que Louis lo atendiera, Había un notorio interés por el.
Y no solo con pedir que intercambiaran de mesero, otras veces lo había pillado observándolo descaradamente y una que otra vez se le insinuó para irse juntos de aquel lugar, pero Louis nunca le respondía o simplemente actuaba como si no escuchase.
- Buenos días Lous.
- Louis, y buenos días Luke. Que deseas?
El Alfa soltó una risa que le dio escalofríos a Louis.
- Lo de siempre, y agrégale un par de medialunas.- Dejo unos dolares en el mostrador y camino hacía una de las mesas cerca de los grandes ventanales.
Louis no tardó mucho en preparar el pedido y llevarlo a la mesa. Mientras dejaba la bandeja frente a Luke, pudo sentir una mano tocar su pierna, enseguida retrocedió.
- Qué pasa?
- Que ha-haces? Por qué me tocas?- Louis estaba demasiado alterado, nadie tenía el permiso para tocarlo ni lo tendría, menos el.
- Cuantas veces debo decirte que un pequeño y débil Omega como tú debe tener un dueño? No sobrevivirás solo mas de un mes Louis, debes tomar mi oferta.
- Oferta? crees que soy un animal o un mueble, que puede puedes venir aquí y pedirme como si estuviéramos en la maldita India? Yo no necesito ningún dueño que me cuide, se hacerlo so-solo.
- Pues no parece, mira lo delgado que estas. Te ves demacrado.
Después de todo, Luke tenía razón, Louis se había estado descuidando los últimos días, se había concentrado tanto en el trabajo que hasta se le olvido comer, pero ya estaba volviendo a la normalidad, también tenia que ver con Liam que le había hablado por más de tres horas seguidas sobre el cuidado que debía tener, y que si no lo hacía el mismo lo haría.
- No me vuelvas a tocar Luke.
- O qué?- El Alfa se puso de píe, muy cerca de su rostro.
La campanilla de la puerta sonó y con ella una voz ronca y grave que retumbo en los oídos de Louis. Sabía perfectamente quien era.
- O lo vas a lamentar.
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Cosa Nostra.
FanfictionLouis, un chico sin ambiciones e indefenso, parecido a un Ángel. se cruza con el hijo del mas importante miembro de la mafia Italiana, un Diablo, despiadado, sin alma, lleno de odio y rencor.