Se Adelantó La Cigüeña || Mexper Countryhumans

001;; Me siento mal

El peruano estaba en la sala de su mini departamento, mini departamento que compartía con su pareja, el mexicano.

Se encontraba más específicamente en el sofá de la sala, desparramado en este, como el vago que era —que si no fuera para pagar su supervivencia, su actual hogar y ahorrar junto a su pareja para por fin tener ese departamento que siempre han querido tener, el peruano se quedaría así tirado en la cama como vil puerco— estaba hablando con alguien por teléfono, y tenía los pies recargados en el reposabrazos del sofá.

- ¡Argg! –el cholito hizo ese clásico sonido de inconformidad, como una pequeña rabieta– ¡odio estar así!, Me duele todo, y me dan mareos de la nada –se escucho como el chileno le decía algo al peruano desde la otra linea del celular– ya te lo dije el tecito medicinal no ayuda en nada, ya me cansé de intentar, ¿acaso es este el fin del hombre araña? –ambos rieron por aquella referencia–. 

Horrible, así se podía sus definir las ultimas casi cuatro semanas para el peruano, ya hacia varios días en los que se sentía de lo peor, y cayó cuenta que esta vez, lo que sea que tenga, no se le iba a pasar tan solo con una sola taza de esos tés medicinales que le compraba a su casera en el mercado.

- Siempre funcionan, esos cositos son mágicos, y ahora resulta que cuando lo necesito más, no me hacen nada –el chileno le volvió a responder algo, y el peruano frunció el ceño– no es hora de hacer el chiste de que no funciona en burros, una vez te enfermaste y funcionó

Primero pensó que le habían estafado, ya se estaba apunto de ir a reclamar, no iba a dejar que se aprovecharan de su nobleza.

Pero anteriormente si lo probó y funcionó muy bien, y había sido de ese mismo paquete de sobres de té, por lo cual dedujo que el problema no era el té, el problema directamente era él.

- Ay si, que yo soy el burro, ni que fuera igual que tú, huevón de mierd* –se escuchó algo enojado al de la otra linea– ¿Que me disculpé? ¿yo?, Tremenda migraña me está por dar por qué no haces más que gritarme

Pero recapitulemos.

Todo este mal que tenía el peruano había empezado hace más o menos  un mes, bueno tantito más, un mes y menos de una semana aproximadamente.

Obviamente esto a él no le agrado para nada, peor con su pareja ocupada por un tema en su congreso que no vale la pena contar. Solo lo veía temprano en la mañana y a veces ni llegaba a verlo llegar pues se quedaba dormido por el cansancio, era una rutina desgastante para los dos.

- Ya sé que es mi culpa por no dormir bien y no ponerme ese suéter de Minecraft que papá me regaló en navidad, pero es que esto es serio –hablo soltando un amargo suspiro mientras él de parche le contestaba– ¡no me voy a poner esa cosa!

El porque del que este hablando con el chileno, era porque no se llevaban tan mal como muchos afirmaban, ellos eran muy amigos, desde pequeños, si en alguien podía confiar era en el de parche de estrella, a pesar de haber tenido peleas en el pasado, ellos seguían siendo inseparables, además todo había quedado en el pasado y ambos entendieron que ninguno tenía la culpa en la gran guerra del Pacífico la cual se supone los marco a los dos, y bueno tenía algo de razón

 - Ya pe', te estoy diciendo que me siento mal... –se escucho un "eri' weón pos sentaté bien" seguido de unas risas, algo raras, pero risas después de todo, un bufido de parte del peruano se hizo presente para luego colgar–

Se sentía muy solo, y deprimido, en sus ratos libres llamaba a cualquier persona, usaba de escusa alguna cosa sin importancia, solo quería dejar de sentirse tan solo.