No puedo creer que sea tan irresponsable cuando ya estoy por cumplir diecinueve. ¿Acaso no puedo dormirme a una hora más decente? Por lo visto no.
Presiono el botón para parar la música del auto, ya que aturdía a mis oídos. Estaba completamente estresada. Esta semana fue una de las peores, oficialmente. Todos los profesores, nos mandaron como mil ochocientos trabajos en una semana. ¡Una semana! Para mi opinión, eso ya es ser un profesor muy cruel. El punto es que tengo que aprobarlos, porque me gasté todo mi tiempo por esos malditos trabajos, si no apruebo…juro tirarme del edificio más alto que hay en San Luis.
Estacioné mi auto cerca de la puerta del instituto, pues no quería ser mojada por la lluvia por quinta vez en este mes. Estas semanas el clima ha estado demasiado deprimente. El cielo siempre estaba de color gris, había unos que otros truenos que causaba darme unos que otros sustos, y obviamente la lluvia no sobraba. No quería ser mojada por la lluvia por quinta vez en este mes.
Salí del auto y una corriente de frío causo que mi cuerpo empezara a temblar. Le puse seguro a mi auto y me dirigí a mi clase rápidamente.
Doy tres ligeros golpes a la puerta de mi clase y espero la aguda voz de mi profesora, Mackenzie.
- Pasa.- dijo.
Abro la puerta lentamente.
- Siento la tardanza.- dije tímidamente.
- Siento no aceptar tu disculpa.- dijo seriamente, la profesora. Me entrego un pequeño papel.- detención, señorita Bossy.
Tome el papel de mala gana y salí disgustada de la clase. Obviamente no iba a ir a detención, aparte de que me pone mil trabajos y causa que me duerma a las tres de la mañana por sus malditos trabajos ¡Me manda a detención! Se puede ir a la mierda, porque gracias a su trabajo llego tarde.
Me dirijo a mi casillero mientras mal digo a la profesora Mackenzie. Espero que no me pida el papel firmado por secretaría porque si no tendré doble detención y puntos menos en su asignatura, pero eso solo pasaría si me la encuentro caminando por los pasillos.
Un horrible sonido interrumpió mis pensamientos e hizo que saltara del susto.
- Malditos truenos.- dije entre dientes.
Tome mi cuaderno y unos libros, que me iban a ser útiles en la siguiente asignatura; cerré mi casillero y mi celular empezó a vibrar repetidas veces.
Mientras me dirigía a la cafetería desbloquee mi celular para poder leer los mensajes que me habían mandado en plena hora de clases.
Fruncí el ceño al leer el nombre que indicaba mi celular; era Gwen. Que extraño. Ella es una chica muy aplicada en todos sus estudios, nunca la imagine utilizar su celular en plena clase.
✾Gwen✾
“Mía, fiesta esta noche en mi casa. ¡No faltes, hon!♥︎”
“¡Ah! Y preguntale a tu madre si puedes quedarte a dormir.”
“Nos vemos en el receso, te amo Bestia♥.”
“La profesora ha roto con su novio o esta en sus días, porque esta insoportable.”
Solté una pequeña risa por su comentario. Empecé a teclear las letras de mi celular.
“¡Yay! Party hard, all day, all night (~>_>)~”
“Seguramente me dejara quedarme.”
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«oυr dιleммα∼нαrry sтyles∼deceρтιoɴ»
Fanfiction«Nos equivocamos a menudo en el amor, a menudo herido, a menudo infeliz, pero soy yo quien vivió, y no un ser ficticio, creado por mi orgullo.»