Ángel negro | Ross Lynch

Capítulo 38

Últimos capítulos.

Ha pasado un día desde que se supone que _____________ terminó conmigo. Traté de hablar con ella por mensajes de texto y no me respondió, ni tampoco creo que lo haga.

Arruiné todo lo nuestro demasiado.

Pero aún así...
De cualquier manera volvería con ella.
La buscaría y podríamos arreglar todo.
Y esta vez si pondría de mi parte, hasta incluso en lo más mínimo para que nuestra relación pueda volver a funcionar, como antes.

Observo a Carolina, quien sale del auto de Noah mientras Noah hace lo mismo. Últimamente se han vuelto muy amigos.

-¿Qué hora es?

Le pregunto a Noah cuando ya se encuentra a mi lado.

-Son las ocho de la noche- responde a mi pregunta– Si los he traído, es porque necesito que me ayuden a pintar las jodidas aulas para poder pasar de año, no quiero que se queden sentados en el piso como estatuas.

Carolina ríe.

-¿Desde cuando te preocupas tanto en pasar de año?

-Desde que me dijeron con seriedad de que estoy a punto de reprobarlo.

Entramos a la escuela. Normalmente no suelo venir a la escuela tan tarde por miedo a los rumores que hay. Ya saben, típico en rumores de escuelas: 

"En la escuela, penan por las noches" 

Y pues, en mi opinión, nunca me ha pasado nada extraño dentro de esta, pero tampoco me he arriesgado a venir tan tarde para que me pase algo. Cuando estaba en octavo año, me dijeron que un alumno se suicidó y su alma recorre los pasillos por las noches.

De tan solo recordar eso, se me estremece la piel.

-¿Qué aulas tendremos que pintar? 

Le pregunto a Noah, quien esta tomando varios baldes de pintura del cuarto del conserje donde hace días me había encerrado con Carolina para sacarle celos a __________. Vaya, pero que estúpido puedo llegar a ser a veces.

-Las que están antes de llegar al auditorio- responde.

-¿Ya hablaste con __________? 

Me pregunta Carolina, haciéndome recordar de inmediato que no le he vuelto a comentar absolutamente nada del tema de mi relación desde que me ayudó. 

-Sí- suspiro- Aún no estamos muy bien, pero sé que lo arreglaremos.

-¿Te dijo algo de mí? ¿Me odia? 

Niego.

Aunque realmente no sé la respuesta, ya que definitivamente si se puso celosa.

-No te odia- respondo, tranquilo- En fin- suspiro- Estoy seguro de que volveremos a estar bien pronto.

-Pensé que ibas a ir a buscarla.

Me dice ahora Noah, retumbando mi mente.

No es que me molestara hablar de que __________ me haya terminado, porque no me molesta, tan solo me incómoda y me pone nervioso el hecho de quizá no poder volver a conseguir su perdón. Y que esta separación sea definitiva.

-No llegue a ir- miento- Mis padres volvieron a casa y tuvimos una cena familiar, además bueno, mis hermanos volverán en dos días y tuvimos que arreglar algunas cosas.

Noah me pasa un balde de pintura, y una brocha. Al igual que a Carolina. Y los tres comenzamos a caminar juntos hasta llegar al auditorio de música, donde puedo escuchar claramente de que hay alumnos que siguen practicando para la obra que se realizará en unos cuantos días.