Hermione Granger, la merodeadora

CAPÍTULO 7

Capítulo 7: El encuentro

Esa mañana, para sorpresa de Remus Lupin, el resto de los merodeadores se habían levantado mucho antes que él. No fue una sorpresa descubrir la razón cuando James le respondió que todos estaban ansiosos de conocer al dichoso familiar que tan escondido había estado, obviamente no pudo faltar el comentario de Sirius diciendo que él solo iba a conocer a su nueva conquista.

─¿Es necesario ir los cuatro?─preguntó Remus volteando a ver a los chicos que lo seguían como unos niños emocionados por ir a la tienda de travesuras.

Los tres asintieron.

─Los van a terminar conociendo tarde o temprano, chicos, comparten casa y muy probablemente clases─insistió el castaño─los verán en cualquier momento.

─No no, Remusin─dijo Sirius negando con su dedo índice─no harás que levantarme temprano haya sido una pérdida de tiempo.

Sabía que era un caso perdido intentar convencerlos así que solo se resignó y dejó que lo siguieran.

─Bien, pero por favor no los vayan a hostigar con muchas preguntas, ninguno de nosotros sabe por lo que hayan pasado y se supone debemos recibirles de una manera adecuada─les pidió, no, les rogó.

─Promesa de merodeador─habló James levantando su mano derecha en señal de juramento.

─Promesa de merodeador─le siguieron Sirius y Peter.

Remus les dirigió una sonrisa. Una promesa de merodeador era algo que nunca debía romperse.

─Andando─les dijo.

Cuando estaban a punto de salir de la sala común, ocurrió algo que Remus supo, haría que uno de ellos no los acompañara.

─Chicos─les saludó de una manera cordial Lily Evans─y Potter.

Y el tono amable desapareció en mención del apellido de su amigo.

Los ojos de James brillaron emocionados al escuchar la voz de su querida pelirroja favorita.

─Mi lils, ¿vienes a pedirme que salga contigo?─preguntó James contento.

Lily bufó desesperada.

─Ni en tus sueños pasará eso, Potter─le contestó cruzando sus brazos en señal de molestia─no estoy aquí porque quiera, debemos hacer el trabajo de pociones y no pienso hacer tú parte y mucho menos pienso tener una mala calificación por tú culpa. Así que te veo en la biblioteca. Ahora.─dijo con voz mandona, recalcando el "tú" y dándose la vuelta para alejarse de ese lugar.

James solo asintió embobado y la siguió.

─Nos vemos luego, chicos─fue lo único que dijo para después salir corriendo detrás de ella.

─¡No puedo creer que la siguiera cuando estaba apunto de conocer a su primo!─se quejó Sirius─esto era mucho más importante que una mujer.

Remus negó. A veces era imposible sobrellevar una situación con James Potter enamorado y Sirius Black ofendiéndose con cualquier cosa.

Volteó a ver a Peter.

─A veces creo que tú y yo somos los más cuerdos de este grupo─le dijo con pesar, a lo que Peter le respondió con una pequeña risa asintiendo.

Siguió escuchando las innumerables quejas de Sirius hasta que se hartó.

─Deja de quejarte y vámonos, los nuevos deben estar esperándome. Además, tú no me estás acompañando precisamente por amabilidad, Sirius.