Jack, ¿dónde estás?

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Valka siempre solía pasear por el bosque, siendo  una persona muy solitaria probablemente por el hecho de que vivió veinte años con los dragones y nadie más. Aunque no estuvo tan sola al principio, ¿cómo podría olvidar?

¿Dónde estaría Jack en este instante?

Recordaba que había pasado ya una semana desde que la raptaron los dragones.

-Hipo...- murmuraba con melancolía cada vez que recordaba a su pequeño- mi niño... te echaré tanto de menos -no quería llorar, pero no pudo evitar que su voz se quebrara con el nudo en su garganta. Dolía tanto, pero no tenía opción. No podía parar el llanto, estaba tan desconsolada que los dragones comenzaron a fijarse en ella. Al detenerse para poder respirar, se dio cuenta de que alguien más lloraba con fuerza, un bebé.
"¿será posible que sea...?" Pensó y comenzó a correr de donde provenía el llanto, con la esperanza de que sea su hijo. Pero no lo era.
Una hermosa Furia Nocturna blanca estaba recostada en un montón de hojas, al abrir sus alas salieron dos pequeños dragones, uno blanco y uno negro. Pero además, acurrucado junto a ella, había un pequeño bebé humano. Se alteró la dragona al ver a Valka, sacando sus colmillos y poniendo a sus crías tras suyo.
-Tranquila -le dijo la mujer acercándose con mucho cuidado, lentamente y con una mano al frente- tranquila... -se aproximó sigilosamente y con cautela puso su mano en su cabeza y el animal la empujó contra su palma, todo estaba bien. Rió y se quedó mirando al bebé por un rato. Lo tomó en brazos y la pequeña criatura dejó de llorar por fin. No era nada parecido a Hipo, ya que era alvino y tenía la piel muy clara, ¿de dónde lo habrá sacado?
-Que precioso... te felicito -la madre furia nocturna sonrió al comentario y vio que sus otros dos pequeños se aproximaban- ¡que adorables!-Dijo con ternura acariciando el lomo de los pequeños dragones aún con el bebé en los brazos- ¿tiene nombre? -dijo mirando al pequeño en sus brazos y luego a la madre dragón, la cual movió si cabeza en señal negativa- ¿Que tal Prim? -dijo con entusiasmo, aunque la dragona parecía asqueada. Hizo un puchero- está bien. Um... ¿Danés?-cuando obtuvo misma reacción comenzó a pensar que a pesar de ser una dragona, era muy caprichosa- ¿que te parece... Jack? -La madre dragón asintió con la cabeza, parecía satisfecha.
Así comenzó todo. Los años pasaron y el pequeño Jack se había vuelto un loco niño de quince años aprendiendo de su madre y de Valka, ella se encargó de enseñarle todo el idioma humano.

-¡Vamos, tía Valka!- reía el niño balanceándose entre las lianas del nido de dragones.
Para la mujer, cada día que pasaba era un deseao constante de estar junto a su amor Estoico y su hijo. ¿Cómo estará de mayor? debe tener alrededor de la misma edad que Jack.

Repentinamente se escuchó una explosión y su vista se torno roja. Fuego, mucho fuego.

-¡Todos los dragones serán míos! -Escuchó de un hombre a quien conocía mejor de lo que quisiera. Drago mano dura.
Los dragones esclavizados empezaron a atacar a los otros, estaba todo en llamas.
No les quedó otra opción que huir, varios dragones murieron. Entre ellos, la madre de Jack.
Después de eso, los sobrevivientes se instalaros más cerca de Berk para estar más seguros.

No lo lograron.

A diario recibían dragones heridos y algunos simplemente no volvían, la cosa en Berk no había cambiado en absoluto, Estoico seguía tan idiota. Lo extrañaba a morir.
Un día estaban buscando comida en la noche y vieron que los humanos habían capturado al hermano de Jack, el furia nocturna negro.

-¡¡No!! -gritó, viendo a su hermano caer en el bosque- ¡Vamos por el!
-No, Jack. -Dijo la mujer con el pecho ardiendo. Era imposible acercarse a esa isla con los dragones.
-¡¡Tenemos que ir!! -dijo con los ojos llenos de lágrimas, reteniendo Valka el salto que el chico se disponía a pegar- ¿por que? -murmuró lastimeramente, su familia estaba siendo exterminada y no podía hacer nada para evitarlo.
Drago mano dura los buscó intensamente, haría lo que sea por dominar a todo dragón existente.  Eventualmente los encontró, iniciando otro ataque brutal ese mismo año, en el cual consiguió capturar a Valka.
-¡Jack, corre! -gritó a la vez que alejaba a los demás dragones del fuego.
-¡No te dejaré ir a ti también! -Impuso el joven montado furia nocturna blanca- ¡a ti no!
-¡¡Vete!! -pero ella se mantuvo firme, no fue capaz de proteger a la familia del chiquillo, no se lo iban a quitar a él también. 

Jack iba a sobrevivir. 

Y así lo hizo, se fue cuando su tía le dijo que lo hiciera. Valka también logró escapar, pero nunca volvió a ver al pequeño niño que con esfuerzo estaba criando. Esta vez, construyó un nido propio con el alfa dragón, así fue como me reencontró con Hipo y Estoico, quien falleció tiempo después en una batalla contra Drago.

Lo extrañaba como a nadie en la vida, pero con el tiempo aprendió a convivir con el dolor. Sonreía al recordar a su amado.

Sin embargo, había alguien más por quien preocuparse.

-¿Jack, dónde estás?

Wena wena :vEstoyDeVUELTA, PERRAS

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Wena wena :v
Estoy
De
VUELTA, PERRAS.

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