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D O S.

Destiny Rosell Pov.

Luego de que el comandante Lawson se fuera, me he quedado recostada sobre la cama observando el liso techo extenderse sobre mí.

Al rato han golpeado la puerta. Sam acompañado de Troy me han sonreido desde el oscuro pasillo, y Troy ha dicho que nos llevaría a un lugar más agradable y tranquilo.

«Para pasar el rato.» había dicho Sam, con una sonrisa ligera en sus labios.

Caminamos por un pasillo distinto al que lleva a comedor, y Troy con sus enormes manos callosas empuja una gruesa puerta de metal, que al abrirse deja un halo de luz en el piso.

La luz me ciega unos segundos, pero inmediatamente me acostumbro a la claridad del lugar. Una hermosa pergola yace ubicada en el centro de lo que parece ser un pequeño parque. Un camino de piedritas rodea unos alargados y delgados árboles, en los cuales pequeñas flores le dan color al lugar. Doy unos pasos más y levanto la vista, el techo de vidrio otorga una vista espectacular al cielo despejado, y me tengo que obligar a no soltar un suspiro de emoción.

-Es falso. -me volteo rápidamente y veo a Gabe apoyado en el umbral de la puerta. Sam y Troy están un poco más allá, observando lo que parece ser una mariposa multicolor.

Trago saliva y me cruzo de brazos, como si aquello me pudiese proteger de los inminentes ojos castaños.

-¿El qué? -inquiero, observando como él entra, casi como si alguien lo hubiese empujado desde el pasillo.

-Este lugar. -responde, como si aquello fuese de lo más obvio-. Incluso las mariposas. Las han creado gracias a su inteligencia en la robótica. -aclara, acercándose a la rama de un árbol con pasos sigilosos. Observo como alarga su mano y toma entre sus largos dedos las alas de una de las tantas mariposas que descansan en el árbol. La mariposa aletea con frenesí, y cuando Gabe se acerca con ella entre sus dedos retrocedo un paso. Él esboza una sonrisa-. Ven, observa allí, ¿Ves esas ramificaciones diminutas en sus alas?, ya, pues son un pequeño cableado que les da el movimiento. Ahora escucha, -me indica con un dedo el centro de la mariposa, y yo acerco mi oído hacia allí. Se oye como un pequeño murmuro, casi tan fuerte como el rugido de un pequeño auto a control remoto-. Allí está el motor. -dice, abriendo los dedos para dejar volar a la mariposa-robot-. Si bien sus creaciones son bastantes similares a las reales, nunca podrían igualarlas. No entiendo en realidad su afán por querer igualar a la naturaleza, es... codicioso.

Un poco aturdida por su repentino explayamiento, y claro, por los datos, me quedo un momento en silencio, prestando atención al murmuro general producido por las mariposas-robot; que antes no había notado.

-Supongo. -digo, observando el cielo azul sobre nuestras cabezas y sobre el parque falso-. ¿Y cómo lo sabes?, ¿Te lo han dicho?

Gabe suelta una carcajada, descolocandome.

-¿Qué? -espeto, confundida.

-Nada, solo que no puedo imaginarme al comandante Lawson o a la Dra. Roxie decirnos algo de lo que hacen, algo real, no las mentiras. -¿Mentiras?, ¿Dra. Roxie?

-¿De qué hablas, Gabe? -inquiero, un poco abrumada.

-Nada, nada. -niega con la cabeza y observa hacia arriba. Un pequeño has de luz le cruza desde la ceja hasta la barbilla, dándole un aspecto sereno.

-Destiny, ven aquí. -la voz de Sam hace que deje de observar el rostro arrugado por la luz de Gabe, y camino hacia Sam y Troy con una sonrisa simple.

-¿Qué pasa? -me siento en cuclillas junto a ellos, y Sam me muestra la palma de su mano, en donde una pequeña margarita camina por entre sus dedos.

-¿No es hermosa? -dice, totalmente encantado.

«-Y falsa. -pienso.»

-Es realmente bella. -concuerdo, dando una mirada fugaz hacia donde estaba Gabe hace unos segundos, pero no hay más que espacio vacío.

*

El salón está en el subterráneo, piso -2 para ser exactos. Las ampolletas en formas de tubo alumbran de una forma inquietante el lugar, y las paredes metálicas y frías hacen que me den ganas de temblar.

Sam, Gabe y yo estamos sentados en el mismo lado de la mesa, y tras nosotros nuestros asistentes permanecen quietos. Frente a nosotros, al otro lado de la mesa, una mujer terriblemente hermosa, con el cabello liso color negro peinado en una perfecta melena hasta la mandíbula. Su rostro de facciones duras y definidas permanece sereno, mientras nos observa detenidamente. A su lado, el comandante Lawson nos sonríe de una forma cómplice.

-Destiny, Sam, Gabe, es un gusto -dice la mujer, y sus labios finos y rojos me hipnotizan de una forma extraña. Su voz robótica -no literal, claro. Ella no es un robot-, hace que me quede viéndola aun cuando el comandante Lawson hace ademán de comenzar a hablar.

-Chicos, ella es la Dra. Roxie. De seguro pensáis que para qué estáis aquí, pues, ahora sabrán de que va todo el asunto del porqué los hemos reunido en este lugar específicamente a ustedes. -tose y apoya sus manos entrelazadas en la mesa-. Hace cinco años hubo una terrible catástrofe de la cual ustedes y su familia fueron salvados, ya que los hemos estado observando y examinando desde el tercer mes de embarazo de sus madres. El caso, es que la catástrofe registrada como "La Avalancha", terminó con una cantidad de humanos incontables, solo los países más grandes y fuertes pudieron salvar un porcentaje medianamente bueno de su población. Y ese fue nuestro caso, logramos salvar en búnkeres al 40% de la población, y así logramos seguir un poco adelante. Ahora, hace dos años hemos descubierto que los países de Nueva Francia y Nueva Alemania han estado confabulando en nuestra contra, preparando pelotones y armas nucleares para invadir nuestro país, para así aumentar su población con ayuda de la nuestra. Vuestro deber es unirse al pelotón Shadow's como los líderes, viajar a Nueva Francia y Nueva Alemania para descubrir con exactitud su intención, y también, como no, traer de reen a sus líderes: Jules Regnault de N.F y a Adrik Sokolov de N.A. Mañana comenzarán su entrenamiento, y según nuestros cálculos a final de este año podríamos comenzar nuestra misión. -termina de hablar con una sonrisa abierta y los ojos achinados.

Oigo como Sam tose para cubrir su grito ahogado, como Gabe suelta un bufido, y como mi respiración se ha detenido.

-¿Y si me opongo? -pregunta Gabe, con un toque de arrogancia en su voz.

La Dra. Roxie parece incómoda, y se acomoda en el asiento.

-Soldado Hills, hemos planeado esto desde hace mucho, usted no puede oponerse. -su mirada severa taladra a Gabe, aun que a él no parece mportarle.

-Sí, eso pensé. -susurra, y apoya su espalda en el respaldar.

Siendo como las palabras se me atoran en la garganta, como cada vez oigo las voces de los demás más lejanas, casi como si estuviese bajo el agua y ellos en la superficie.

Finalmente, trago saliva y parpadeo, tratando de que mi visión repentinamente borrosa vuelva a la normalidad.

-¿Soldado Rosell, se encuentra bien? -no sé si lo ha dicho Gabe o Sam, o el comandante Lawson, o ninguno, o quizás...no lo sé.

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