La cosa es.
Que se conocen de una vida entera, —diez largos años. Y a Tamaki le pesan los hombros, con arrepentimientos y sueños que no son suyos y que sin embargo sí lo son.
Teme meter la pata y equivocarse, teme no ser suficiente para que Mirio viva.
— Estoy aquí para ti sabes, todos lo estamos —murmura como terciopelo, y Mirio lo escucha casi sin entender y le aprieta con sus brazos anchos y su corazón de papel.
—
Desde que ellos se hicieron amigos y luego algo más pero menos que novios y Mirio le dijo sin decir realmente: Haces tantas cosas por mí, no sé cómo pagarte.
Porque-
— Porque te quiero tanto tanto tanto.
Y Tamaki solo quiso gritarle fuerte: vive, sólo vive, con eso me basta y me sobra;
no mueras, no ahora, no nunca
por favor.
—
Todo lo que puede pensar es la forma de su sonrisa, una media luna que brilla y es irónico porque Mirio es un sol que con sus ojos le quema profundo mientras dice su nombre, sencillo y pequeño, como si Tamaki fuese algo más que un sencillo y pequeño saco de huesos desfalleciendo de amor.
Y continúa mirándole sus ojos de piedra lunar y considera que quiere dibujarlo con en secreto. Y después avergonzarse con ganas.
—
Mirio es fuerte.
Es infinitamente fuerte por seguir en pie aunque sólo quiera caer, caer, caer.
Tamaki se pregunta por qué está llorando estrellas, siempre sonriendo.
—
Sus manos tiemblan, sienten y palpitan desde la muñeca, y Tamaki quiere tocarlas pero no tiene idea de cómo entrelazarlas en su sangre. Las rodillas hacen un sonido hueco cuando caen.
Parece lamentarse ya dentro del hospital,(Mirio, Mirio, no renuncies todavía).
— Amajiki;
gracias.
—
— Eres algo más que un tesoro para mí, Tamaki—confiesa suave.
Y él no sabe qué responder, simplemente lo mira como si todo.
(Está asustado. Ya que Mirio es este muchacho de huesos de papel a punto de rasgarse contra el viento y-
Y debe evitarlo–).
— No dejes de luchar nunca—Es una casi suplica sin saber por qué—.
De alguna manera, sus palabras lo alcanzan.
—
¿La felicidad siempre es tan agridulce? Tal vez solamente es así con él.
O quizá sea algo sencillo, como un café compartido.
Algo entre beso y beso.
Un yo también viviré por ti, Mirio (porque te quiero).
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Sit next to me ↪ Miritama
FanfictionMirio está llorando estrellas, siempre sonriendo.