My Only One 2 •Editando•

Capitulo 26

Me encontraba trabajando, la verdad no tenia ánimos de nada, solo quería estar acostada abrazando mi almohada. Aun sigo pensando en lo que había pasado ayer por la noche, las manos de ese chico sobre mí, solo de pensar en él siento un escalofrío por todo el cuerpo.

-Hailey ¿estas bien?

Pregunto Jess mirándome mientras se recargaba en la barra

-si, estoy bien

Dije tratando de sonreírle mientras seguía limpiando las mesas, sabia que no la había convencido con mi respuesta y ni como culparla si casi no he hablado en todo el día.

-la señora Amanda me aviso que el día de hoy cerraremos temprano

-qué bueno

Dije de nuevo sonriendo mientras acomodaba algunas cosas en la alacena

-¿quieres salir esta noche?

-la verdad es que no tengo ánimos

Ella sin dudarlo se acercó a mí y me abrazo

-estoy aquí para lo que necesites, lo sabes ¿verdad?

-gracias Jess

Dije abrazándola de regreso

(...)

La hora de cerrar se llegó, mi cabeza me dolía demasiado, me subí a mi auto y le puse seguro, Noah me había estado mandando mensajes, pero no he querido contestarlos, mi cabeza no puede pensar en otra cosa, me siento tan vulnerable, aun me siento tan asustada, como si ese chico regresara en cualquier momento. Aun puedo sentir su aliento en mi cuello, me hace sentir enferma. Encendí el auto y salí del estacionamiento, no quería llegar a mi departamento, no me sentía segura de estar ahí sola, cuando menos lo pensé me encontraba tocando una puerta. Esta se abrió dejando ver a Aiden.

-Hailey

Dijo Aiden sonriendo, mientras yo me encontraba aun dudando de lo que estaba haciendo

-¿Qué haces aquí?

-es mi casa

-en Nueva York

-estoy de vacaciones y vine a visitar a mi hermosa familia... ¿te puedo ayudar en algo?

Pregunto al ver que no tenía reacción alguna

-¿esta Liam?

-en su habitación

Me miro por unos momentos y después me dejo pasar, camine por su casa y subí las escaleras, cuando me encontraba frente a su puerta suspire. No me encuentro bien, tengo ganas de llorar, tengo ganas de gritar, y una parte de mi sabe que él puede ayudarme.

Abrí la puerta y entre... él se encontraba acostado en su cama, sus ojos estaban cerrados, pero al escuchar la puerta cubrió su cara con una de las almohadas.

-Papá... dije que no tengo ganas de ver a nadie

Cerré la puerta detrás de mi

-Liam...

Hable y al instante de escuchar mi voz, se quito la almohada de la cara, me miraba confundido

-¿Hailey?

Se incorporo en la cama para poder sentarse

-lo siento... tal vez debí avisarte primero que venia

Dije nerviosa

-no importa, sabes que siempre eres bienvenida...-me miro a los ojos y sabia que algo no estaba bien- ¿estas bien?

Me mordí el labio inferior, las lágrimas amenazaban con salir de mis ojos, él se levanto de la cama y sin dudarlo camine hacia él y lo abrace, lo abrace demasiado fuerte y varias lagrimas se escaparon de mis ojos.

-Hailey ¿Qué pasa? ¿Qué tienes?

Preguntaba él mientras aun me seguía abrazando, no quería que me soltara, pero cuando se me escapo un sollozo, él se separo de mi y tomo mi cara entre sus manos

-¿te hizo algo? ¿volvió a buscarte?

Traté de tranquilizarme y fue cuando pude hablar

-no... es solo que... no me siento bien, tengo miedo, no puedo dejar de pensar en lo que paso ayer... revivo ese momento una y otra vez, anoche a pesar de que Octavia se quedo conmigo no pude dormir... me siento-una lagrima cayo por mi mejilla- sucia

Liam volvió a abrazarme fuerte

-siempre que me necesites... aquí estaré

Después de tranquilizarme un momento, pude observarlo mejor, tenia varios golpes en su cara y una que otra cortada. No sé qué hubiera pasado si Liam no hubiera llegado a tiempo.

-no quería llegar a mi departamento y sabia que de alguna manera... tú me harías sentir mejor

Dije mirando mis zapatos, no quería mirarlo a los ojos, pero el me tomo la cara con su mano, obligándome a mirarlo

-sabes que te quiero y siempre lo hare... estemos o no juntos

Dijo mientras me daba una sonrisa, por primera vez en el día una sonrisa salió de mi rostro. No pude evitar mirar su habitación y observar que sus maletas estaban listas, se iría pronto.

-¿Cuándo te iras?

-este sábado

Sentí un vacío en mi estómago, pero no quería demostrarlo

-¿regresaras? O tengo que grabarme tu cara para verla en dos años más

Dije bromeando, él sonrió y se le escapo una pequeña risa

-por ti... volvería toda la vida

(...)

Cuando llegue a mi departamento me deje caer en mi cama, me sentía tan cansada que solo quería dormir. Me sentía un poco mejor después de hablar con Liam. Este viernes seria mi último día trabajando en la cafetería, el lunes regreso a la universidad y no tendré tiempo de trabajar.