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La inseguridad, su peor enemiga. ¿Por qué mierda no podía tener la misma confianza con Raúl como la tenía con Samuel? ¿Acaso era porque Samuel era el que tenía más control? Siempre debía hacer lo que el ojimorado le decía, tal vez si Auron hiciera lo mismo...
Brincó del susto al sentir su teléfono vibrar en el bolsillo de su pantalón, lo tomó y revisó la bandeja de notificaciones, encontrándose con un mensaje de Auron que le herizó por completo la piel. Soltó un suspiro y sonrió ligeramente.
Daddy.👀 Acabo de pagar todas tus deudas, ¿Qué te parece si ahora me pagas tú a mí?
En mi casa a las 10:00 p.m. ;)
Leyó, su sonrisa no desaparecía, al contrario, sólo se ampliaba más. Tecleó rápido la respuesta y se levantó apagando el teléfono y dejándolo de lado, tenía que alistarse.
Babby <3 Estaré ahí, guapo. ✔✔
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Se sentía nervioso pero estaba decidido, puso la pequeña mochila en su hombro y después salió de su casa, ya se pondría la ropa adecuada para el momento en casa de Auron. La casa del juez quedaba bastante lejos, pero debía ir sí o sí. Le debía un gran favor ahora, después de varios minutos de caminata llegó hasta la alejada casa del azabache. Miró el jardín, notando las torretas, pero sonrió aliviado al ver que estaban desactivadas, por lo que puso acercarse a la puerta y dio un par de golpes a la misma. Acomodó un poco su cabello y después la puerta fue abierta por el de mechón amarillo, el mayor sonrió haciéndose a un lado para dejar que Rubén pudiera pasar.
ᅳ Vaya que te has tardado, ¿Eh? Estaba por llamar a Luzu si no llegabas. ᅳ bromeó el psicólogo, cerrando la puerta al ver que el híbrido ya estaba dentro. Se acercó, poniéndose a su lado y lo tomó de la cintura para caminar junto a él.
