Única Parte

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Siempre me he arrepentido de la mala jugada que me hizo mi cerebro.

A veces me pregunto cómo fui capaz de olvidar tal cosa.

Toda mi vida fui una persona que recuerda "todo". No soy de olvidar las cosas a menudo. Mucho menos si se trata de algo importante.

Pero, por alguna casualidad, la vida se propuso hacer que mi mente no tuviera la capacidad de mantener intacto ese pequeño pero seguramente significativo recuerdo.

Tengo la sutileza de recordar cosas tan insignificantes y sin importancia a pesar de los años, mas no la tuve para recordar el momento en que te conocí.

El único dato que tengo de nuestro encuentro, es que ocurrió los primeros días de septiembre del 2005, a la edad de cinco años. Y si, fue al iniciar el preescolar.

Convivimos juntos durante muchos años, y desarrollamos una gran amistad, puesto que estábamos en la misma clase.

Pasamos muchos momentos de alegría y de tristeza; de miedo y de ira.

Pero siempre nos manteníamos unidos como hermanos, no importaba lo que pasara.

Recuerdo perfectamente una vez en primer grado cuando todos estábamos muy asustados debido a que unos niños comenzaron a divulgar un falso rumor.

Decían que había un asesino merodeando por los alrededores de nuestra institución en búsqueda de saciar su sed de sangre con nosotros.

No pueden culparnos por creerlo, puesto que éramos inexpertos niños de 6 años.

En un intento por evitar tal desgracia, al estar todos muertos de miedo, nos sentamos en un círculo en el suelo para darnos apoyo y comenzamos a rezar.

Lo más significativo de todo fue cuando tomaste mi mano y me dijiste "Todo estará bien, Tae".

Si supieras Jungkook, en ese momento no sabía la magnitud ni la primordialidad de esas palabras.

En aquel entonces mi intelecto era tal, que me fue imposible visualizar la pureza y la honestidad de esas sencillas palabras.

Al cumplir los 10 años, pasamos al cuarto grado, pero tuvimos que separarnos, pues al llegar a tal nivel de enseñanza era obligatorio un cambio de alumnado.

Nuestras aulas quedaban una al lado de la otra, por lo que mantuvimos un leve contacto durante un corto período de tiempo, el cual correspondió a unos días.

Despues de eso perdimos la conexión, solo nos saludábamos de vez en cuando cuando nos encontrábamos en los pasillos.

Si dijera que me dolió y cada dia que no hablé contigo fue una completa tortura estaría mintiendo. Tengo la crueldad de reconocer que no me hiciste falta. Aunque de cierta forma, si lo hiciste.

Me comenzó a gustar un chico de mi clase, el no era un chico malo, pero tampoco era específicamente lo que se diría como "bueno". Era el chico típico y cliché, el cual era excesivamente popular y al cual todos respetaban.

Yo, al ser un completo novato en el asunto del "amor" comencé a querer acercarme a él, pero lo veía como algo inalcanzable.

Él se inclinaba más por las personas populares y "cools", lo cual yo no era para nada.

Si me pongo a pensar, ni yo mismo sabía quien era. Yo considero a mi yo de ese tiempo como un alma vacía, sin conocimiento de su verdadera identidad, sin conciencia de lo que su esencia deseaba o anhelaba.

Un cuerpo sin vida. Un alma que carecía de elementos, de nutrientes, de "eso". En otras palabras, un cadáver.

Empecé a integrarme a su grupo; nada más y nada menos que haciendo lo que ellos hacían, comportándome como ellos, como alguien rebelde. Me peleaba con mis padres. Les mentía; ligeramente, pero lo hacía.

Piece |Kookv| One Shot © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora