❀𝐹𝑙𝑜𝑤𝑒𝑟𝑠 𝑂𝑠~𝑁𝑎𝑚𝑠𝑒𝑜𝑘❀

❀~𝑓𝑙𝑜𝑤𝑒𝑟𝑠~❀

El día estaba por acabar, el sol comenzaba a ocultarse mientras el cielo tomaba aquel lindo tono naranja, había Sido un gran día. El movimiento fue agradable en la tienda, Habíamos tenido un buen número de clientes durante el día y se acercaba por fin la hora de cierre.  Me duele la espalda después de un ajetreado día de trabajo llevando algunas cajas, sirviendo a los clientes y haciendo entregas. Dejé escapar un bostezo mientras me estiraba.  apoyado en el mostrador, mis ojos comenzaron a pesar. Miré a mi alrededor, observando alrededor para asegurarme de que el jefe no estuviera cerca, hasta que lo escuché hurgando en el material en la parte trasera de la estación.
Establecimiento donde estaba el depósito. Genial, el la bodega estaba limpia. Dejé de luchar contra la fatiga y no impedí que mis ojos se cerraran momentáneamente.  No tenía la intención de dormir, solo descansar un poco.  Sentí algo tocar ligeramente mis hombros, una palmada suave que me hizo suspirar un poco más pesado.  El sueño fué interrumpido por el supuesto afecto que ni siquiera sabía de dónde venía, solo permití que la caricia continuara.  Momentos después, sentí los vellos en la parte posterior de mi cuello levantarse cuando una corriente de aire atravesó el lugar, hundiéndose en la curva de mi cuello.

—Mejor despierta, joven.  Tu trabajo aún no ha terminado— Una voz entonó en mi oído.

Me dí la vuelta bruscamente cuando reconocí a quién pertenecía aquella voz, con un tono tal que perturbó mi sueño, haciendo que el dueño quitara las manos de los hombros.

—¡Jefe!— Mis ojos se abrieron. 
—Yo ... mira, ¡no era mi intención!  Todo estaba tan tranquilo ... pensé que no habría problema si yo...— las palabras volaron entre mis labios a una velocidad enorme, haciéndome hurgar entre ellas.

—No hay problema, Namjoon— él sonrió.  Entre todas las cosas que lo inventaron, la forma en que sus dientes se alinearon perfectamente, dándole una apariencia infantil y adulta al mismo tiempo ... oh, no soy bueno para explicar las cosas.  Me gustó tu sonrisa y punto.

—Descuida—

—Aún así, lo siento, Hoseok.— dije.  Bajando la mirada; Sus pies me parecieron muy interesantes

—Esta bien.  Sé que estás cansado, después de todo, yo también.—  Me dio una palmada en los brazos ligeramente. —Camina, deshazte de esa pereza y ayúdame a cerrar la tienda.—

Puse las macetas de flores adentro mientras Hoseok cerró las cuentas del día en el mostrador.

—Discúlpeme señor— Un chico bajito me dio un codazo.  Llevaba un uniforme verde, similar al mío cuando salió a entregar, excepto que mi ropa de trabajo era naranja, al igual que la floristería.  Hoseok amaba cualquier cosa que fuera naranja.

—¿Si?—

—Entrega para Jung Hoseok— dijo, señalando el ramo de flores en su mano.

—Ahí, muchacho.—  Apunté con el pulgar a la florería.

No pasó mucho tiempo para que el repartidor saliera de la tienda y Jung lo siguiera, su expresión era una mezcla de sorpresa, felicidad y una gran pregunta.

—Namjoon, mira eso!  ¡Recibí flores!— Levantó el ramo como un trofeo.

—Son bonitas, jefe.  Y diferente, lo admito.—

—Crisantemos rojos— suspiró pensativo. —¿Te he dicho sobre su significado?—

"Si los crisantemos rojos pudieran resumirse en una sola oración, esto sería" Te amo ", repitiendo palabra por palabra lo que ya se ha propuesto enseñarme varias veces, recibiendo a cambio una de sus hermosas sonrisas.

—Absolutamente correcto.  Se merece el premio al empleado del mes, Nam—

—Soy el único, Hoseok— Dije mirándolo a los ojos.