Dolores conoce al club de los perdedores una tarde luego de salir sin ser vista de su casa, lo que ella no sabe es que se vería enredada en miles de problemas, uno más loco que otro.
it, capítulo uno.
the losers club x oc.
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DOLORES DESPERTÓ EN LA MAÑANA , cuando los primeros rayos de sol se colaban por su ventana y su hermano se dirigía al trabajo, por suerte, no la vió despierta ni se despidió de ella. A la chica le hubiera resultado bastante incómodo tener que saludar a su hermano, sobre todo después de la tensa cena que habían tenido la noche anterior, en la cual Eric se había dedicado a acosarla a preguntas sobre a donde había ido en la mañana. Ella supuso que algunos de sus vecinos le había contado a su hermano que ella había salido de casa, así que en lugar de negarlo o intentar desviar el tema de conversación, le mintió diciendo que había salido con Beverly a tomar un helado, y cuando Eric preguntó sobre sus otros amigos, Lola se limitó a contestarle que ya no les hablaba, respuesta que lo dejó muy contento.
Luego de esa cena se había dirigido a su cuarto a dormir, aunque le costó mucho hacerlo, dado que el beso con Stan y la pocas palabras que habían compartido no salían de su mente.
" ¿Te gusta Billy?. "
Ella suspiró nerviosa, y luego pasó un dedo por sus labios, recordando el beso.
" Quería que supieras que estoy para ti y... Y que te quiero, Dolly."
Una sensación extraña se extendió por su estómago, ella quería a Stan, como al resto de los chicos, y siendo sincera, no se sentía nerviosa cuando estaba cerca de él, a diferencia de cuando estaba con Bill, sin embargo, debía admitir que el beso le había parecido tierno, y le había gustado.
Se sentía extremadamente confundida respecto a sus sentimientos, después de meditarlo un rato, se dijo a si misma que tenía cosas más importantes en las que pensar, y que cuando el resto de sus problemas estuvieran resueltos podría enfocarse en eso.
Se levantó de su cama y se dirigió al baño para darse una ducha, cuando terminó, se puso un vestido violeta, unos zapatos y se hizo el desayuno mientras dejaba que su cabello se secara. Estaba a punto de peinarse, cuando el teléfono sonó. Ella se acercó con su peine en una mano, y con la otra tomó el teléfono.
— ¿Hola?.
— Hola, D-Dolly — Ahí estaba, esa extraña sensación de nerviosismo que se extendía en su cuerpo cada vez que oía su voz.
— Billy — Dijo ella, luego, frunció el ceño —. ¿Cómo conseguiste mi número?.
— Beverly me lo di-dió — Contestó el chico. Dolores soltó un ' oh ' —. ¿Estás o-ocupada?.
— No, no lo estoy, ¿por qué?.
— Con Beverly vamos a sa-salir y nos preguntabamos si qu-querías ir — Habló rápido y notablemente nervioso, tragando saliva al final —. Sólo si qui-quieres.
Ella ni siquiera lo pensó antes de contestar.
— Sí, sí quiero — Respondió sonriente —. ¿A dónde van?, dime así nos encontramos ahí.
