-A que te refieres con que no ha terminado mi regalo?- Dice el.
-Pues... No se. Me falta darte la otra parte del regalo,pero no se si la quieras.
-Si si la quiero.
-Seguro?
-Si si si si.
-Mmm...
Lo besé delicado en sus labios y el me siguió. Metí mis manos por debajo de su camisa y toqué su abdomen. El me abrazó hacia el por la cintura.
El beso aumentó un poco mas. Sus manos pasaban por toda mi espalda. Yo tomé el borde de su camisa y la saqué. El cuello de la camisa estaba hacia arriba junto con toda la camisa,dejando ver libre de su cadera hacia arriba. El cuello de la camisa tapaba de su nariz para arriba. Pues aún no le quitaba completamente la camisa.
Me aserque a sus labios y los lamí despacio. El sonríe y yo delineo su hermosa sonrisa con mi lengua.
El me abraza sin poder verme (por la camisa. Le tapa los ojos,por si no entienden) y me saca el suéter. Toca mi espalda con sus manos y aun tengo una blusa puesta. El gruñe leve y la saca también. Ésta vez toca mi espalda con sus frías manos,las recorre por toda mi espalda,haciendo que mi piel se erizara. Mueve sus manos hacia arriba y se encuentra con el broche de mi sostén. Sólo lo toca y lo recorre.
-Tengo la camisa atorada?- Pregunta con una sonrisa burlona.
-Es que tienes una cabezota.- Le dije riendo leve.
-Ja Ja Ja! Me río Me río Me río. Equis de Esquis de Equis de.- Dijo pausado. Lo cual fue muy gracioso y reí.
Le quité la camisa de la cabeza y la arrojé al piso.
Ahora podía verme.
-Estas hermosa.- Dijo nervioso.
-Gracias.
-Me gusta tu sostén rojo.
-No veas mi sostén.- Le exigí.- Es como ver mis pechos.
-Lo siento lo siento lo siento lo siento. No veré.- Quitó sus manos de mi cintura para taparse los ojos y me dejó caer al suelo.
-Auch!- Dije.
-Lo siento lo siento lo siento.- Se agachó un poco sin levantarse de la cama y me levantó como a un bebe y de nuevo me sentó en sus piernas.
-Ay Sebastian.- Le dije riendo.
-Es que me pusiste nervioso. Te lastimaste?
-No. Estoy bien.
-Bien. Entonces...
-Quieres volver en lo que estábamos?
No contesta cuando mis labios están junto a los suyos. Un beso cálido.
Un poco mas rápido.
Un poco mas.
Mas.
Mas.
Se diría como si nos estuviéramos tragando. Mi lengua y la suya juegan.
Tomo las manos de Sebastian y las pongo en el broche del sostén y mis manos las devuelvo en su cabello.
-Hazlo.- Le dije mientras nos besábamos.
Sus manos temblaban,lo podía sentir. Tomó el broche y desabrochó uno. Tomó el siguiente ganchito y lo desabrochó. Lo pasó hacia en frente y los tirantes salieron de mis brazos,dejando en descubierto mis pechos.