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Mateo

Me termine de cambiar rápido y baje a la cocina a desayunar. A las 10 tengo que estar en el estudio para conocer a las bailarinas y empezar a practicar las coreos para los shows.

Anoche me dormí bastante tarde por lo que ahora estoy hecho mierda, después de que corte la llamada con Mica me puse a escribir y me quede hasta las cinco de la mañana así que había dormido re poco. Además mi cabeza no dejaba de dar vueltas, no se si era idea mía o no pero sentía que estos últimos días Mica estaba más distante, casi ni hablábamos y cuando lo hacíamos enseguida se iba a dormir. Yo trataba de ponerle la mejor onda y le decía que no pasaba nada, que se vaya a dormir tranquila, pero la posta es que por dentro me estaba matando. Cada vez la extraño y la necesito más y ella cada vez está más distante o al menos eso me hace sentir. Y aunque me duela no le digo nada porque tampoco quiero lastimarla, se que esto también es un gran cambio para ella, esta en un nuevo país y en un nuevo trabajo y eso ya es muy difícil como para que encima yo le sume más problemas.

Termine de tomar el café con leche con las tostadas y me levante de la mesa para lavar la taza y ya irme para el estudio. Tenía que pasar a buscar a Cami y a mi viejo así que tenía que hacer bastante rápido.

Agarre las llaves y salí, me subí al auto y una vez que arranco me dirigí primero a la casa de Camilo.

—Que onda wacho—le digo a mi amigo cuando se sube al auto.

—todo tranqui hermano ¿vos todo bien?—me pregunta mientras se pone el cinturón.

—Sisi—me limito a contestar.

Seguimos nuestro recorrido hasta la casa de mi viejo quien el muy impaciente ya nos estaba esperando en la puerta.

—Hola pa—lo saludo.

—hola pedrito—le dice Cami.

—Hola wachos, se tardaron eh—nos habla mi viejo sentándose en el asiento trasero.

—Bue no te quejes—rodeó los ojos y arranco el auto.

El resto del trayecto nos lo pasamos hablando de todo un poco pero sobretodo discutimos algunas cosas del nuevo tema que estaba haciendo con Cami.
Esto era un poco nuevo ya que nunca habíamos hecho un tema juntos, todas las canciones suelo escribirlas yo y después con Cami nos dividimos las partes y nos organizamos para cantarlas, pero hace unos meses se me había ocurrido escribir uno juntos así que acá estamos.

Después de 20 minutos de viaje finalmente llegamos al estudio, estacione el auto a una cuadra porque no había mucho lugar y caminamos.

—Buen día—saluda mi viejo al cruzar la puerta.

Cinco chicas y dos pibes se dan vuelta ante nuestra presencia y enseguida se acercan hasta nosotros con una sonrisa de feliz cumpleaños.

—Hola—los saludo yo un poco seco.

—Buenas—dice mi amigo.

—Hola yo soy Esteban—se acerca un chico y nos estira la mano para saludarnos.

—un gusto—le responde mi viejo—Pedro.

—Mateo—digo cuando junta nuestras manos.

—Camilo—se presenta por último.

Se empezaron a presentar uno por uno hasta que llegó el turno de un mina en particular. Desde que había llegado no me había sacado la vista de encima ni un segundo y eso ya me estaba poniendo bastante nervioso.

—Hola yo soy Mía—me dice con una sonrisa y dejando un beso en mi mejilla.

—Hola—le respondo devolviéndole el saludo.

¿Siempre juntos? //Trueno//Mateo PalaciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora