Bueno, después de todo lo que paso se me hizo raro en su momento que pudiese ser mi yo de cuando era saludable. Doy gracias a Lucien por permitirme seguir viviendo en el mundo en el que me crié y en el que conocí al amor de mi vida. ¡Pero he olvidado algo!, no morí por mi enfermedad, y la voluntad de Dios no se cumplió, supongo que significa que me perseguiran los ángeles para acabar conmigo... ¿Por qué me siento tan indiferente ante esto? Pues bien. Al menos puedo seguir conviviendo con mis padres, pero... Notarán que he sanado en unos cuantos minutos, la criada me vió caminar en mi estado enfermizo, y si me vé mañana, ¿que pensará?. Los empleados querrán perseguirme y matarme. Por mi no hay problema, pero, mis padres son mortales. Tendré que cuidarles a toda costa. Escuché una voz en mi cabeza.
Lucien: Ahora eres un demonio. En el mundo de los humanos puedes hacer lo que tu desees con solo pensarlo, si quieres que no noten tu cambio, cambia tu aspecto al que siempre tuviste, después de todo, no tenias los ojos de un luminoso verde esmeralda. Y recuerda, puedes entrar al Limbo cuando quieras. El Limbo es nuestro hogar.
Evans: Gracias, Rey.
Manuel: Hijo mio! -Dijo exaltado y corriendo hací a mi-. ¿Cómo te sientes?
Evans: Me siento, mejor que nunca. -Dije mientras revisaba mis heridas-
Voltee para tomar la espada, ahora sería mía. -Reí- Esto me servirá para defenderme de los Arcontes. Ahora, no siento nada, ni sed, ni hambre, ni cansancio, ni miedo. Solo mi consciencia me queda. Recordé a Isabelle. ¿Por qué siento lo mismo que sentí cuando era humano?. Por fin lo entendí, no iba acabar tan fácil, mi deseo era que Isabelle me amara y que esté a mi lado por toda la eternidad. La amo. Aunque sé que me temerá, sin embargo, lucharé por ella.
Sin decir una palabra hice desaparecer la espada y fuí al comedor con mis padres. Bajando las escaleras estaban las críadas y me vieron felices y confundidas al ver que podía descender por las escaleras por mi mismo. Antes de que lo notaran cambié mis ojos esmeraldas a su color humano. Para aparentar, por el momento.
Evans: Gracias Papá, gracias Mamá. Ahora, permitanme visitar el Limbo.
Ophélie: Esta bien, hijo.
-Mi padre asintió con su cabeza-
Caminé a la puerta principal he hice que fuera esté el Limbo. Voy a conocer a mis nuevos hermanos. Cerré la puerta y noté como la ciudad parecía haber sido consumida por las llamas. Un demonio me observaba desde la distancia. Era muy impresionante, tenía 4 alas angelicales. Desplegué mis 6 alas para dirigirme hacía a el, que sorpresa. Era un antiguo arcangel, era...
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Evans Dómine(ABANDONADO)
FantasyHay cosas en la existencia que no logro entender. ¿Estoy haciendo lo correcto?. No me queda nada más, ni siquiera existe perdón para mí. Solo tengo una convicción.