Romina había salido sin rumbo alguno. Solo despejar la mente, tratar de no pensar. Pero claramente le fue imposible. Todo lo que veía le recordaba que su hija. Pidió que la llevaran a casa.
Al llegar no se dirigió a su cuarto, esta vez iba al cuarto de Miranda. Se paró delante de la puerta un momento antes de entrar. Tenía meses sin querer ver su habitación. Cerró los ojos y tomó aire. En ese instante de silencio le pareció escuchar un sonido. Frunció el ceño y abrió los ojos, sin pensarlo entró. Lo que vio adentro no se lo podía creer.
Era Eleazar sentado al borde de la cama. Tenía una almohada en sus brazos y estaba llorando. Romina quedó paralizada de la sorpresa al verlo. Cerró la puerta bruscamente.
Cuando él la vio. Secó sus lágrimas y la miró con seriedad.
— Eleazar — dijo acercándose.
Él se levantó rápidamente.
— No pasa nada, me voy.
Se dirigía rápidamente a la salida. Romina lo detuvo.
— Si pasa, si sucede.
Eleazar bajó la mirada. Romina seguía sin poder ocultar su sorpresa.
— ¿Qué? ¿Acaso no puedo llorar por mi hija?
Romina iba a responder pero él la interrumpió:
— Cierto, tú crees que yo no la quiero.
Romina difumino la sorpresa de su rostro. Ahora se vería seria.
— Nunca he dicho eso.
— Pero lo has pensado.
— ¡Si! — admitió ella —. Lo pensé porque hace años estabas decepcionado de que fuera una niña, porque la tratabas fríamente…
— Es la heredera de mi empresa, no puede tener sentimentalismos.
— ¡Por favor Eleazar! ¡Tu empresa no es un reino! Si Miranda no quiere manejarla no la puedes obligar.
Eleazar se veía enojado.
— Ese es tu argumento para todo.
— No, acá el obsesionado eres tú. Con tu empresa.
Eleazar no decía nada.
— Nunca te vi tan afectado por algo — dijo Romina —. Es como la cuarta vez que te veo con tanta emoción. La primera vez que te veo llorando.
Eleazar bajó la mirada nuevamente. Romina lo abrazó y empezó a llorar en silencio. Lentamente él le correspondió el abrazo.
— No sé dónde está Romina, no se donde esta nuestra hija — dijo con tristeza.
Ambos mantuvieron al abrazo. Ninguno realmente se quería ver llorando.
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282 Días
Narrativa generaleUna joven chica de una buena familia es secuestrada y torturada. ¿Quiénes están envueltos? ¿Logrará ella vivir para contarlo? Y de ser así, ¿Cuáles serán las consecuencias?