Entonces cuando él se giró hacia donde estaba la salida, él se quedó completamente tieso. Lo miré puesto que había hecho que topara con su espalda y cuando volví la vista hacia la entrada, noté lo mismo que él.... ahí estaba. Mi estómago se estaba revolviendo y no pude evitar sonreír. Pero no iba solo, estaba con sus amigos. Quizá eran los gemelos Argent de los que él me había hablado. Se encontraba de pie con su bastón en mano y sus lentes de sol. Miré a Adrián por encima de mi hombro y bajé mi mirada.
- Mierda, no creí que fuera tan bueno encontrando gente -dijo y me miró- bueno... íbamos hacia la salida -caminamos juntos, él tirando más de mi mano de lo normal. Me sentía nerviosa, jodidamente nerviosa, como si estuviera a punto de tirarme al precipicio. Hacía tanto que no lo veía. Las puertas se abrieron y él se alejó puesto que escuchó cómo se abrían de forma automática. Me quedé de pie frente a él con mis manos cubriendo mi boca y por un momento agradecí haber puesto aquel perfume que solo él podía reconocer. Adrián estaba a unos cuantos metros de nosotros y sus amigos me miraban con el ceño fruncido, pero los ignoré. No sabía qué hacer, no sabía si debería hablarle. Solo me quedé ahí... y de pronto noté como lentamente abría su boca.Se giró hacia donde yo estaba y frunció el ceño, caminó un poco más y su bastón topó con mi zapato-. Uh... Lo siento -murmuró.
- Oye, no seas maleducada y saluda -dijo Adrián. Erik giró su rostro hacia donde había escuchado la voz de Adrián y tomé una gran bocanada de aire. Pero aun así, los nervios no se iban. No planeaban irse.
- Hola -susurré y parece que el color de su rostro desapareció puesto que abrió su boca y su cuerpo se tensó.
- Uh... -quiso decir pero él simplemente levantó una mano dudoso- D... Dem -susurró y me acerqué a donde su mano estaba, sus dedos se entrelazaron con mi cabello. Cerré los ojos y dejé que él tocara mi rostro y sintiera que era yo-. Oh Mierda...
-Esteh... sí, yo también estoy feliz de verte -le dije bajito y él continuaba ahí. No hacía nada y yo realmente quería pensar que me abrazaría... algo mínimo, lo que sea, pero no pasaba nada.
- ¿Erik? -la voz de una chica hizo que su mano se retirara de mí e inmediatamente lo extrañé- Hola -la chica estaba frente a mí, y metió su mano en el brazo de Erik como presumiendo su territorio. Fruncí el ceño, fue involuntario pero Adrián se puso inmediatamente a mi lado dándome algo de valor.
- Hola -saludó Adrián.
La voz de la chica se parecía a la Ryan. Aquella que le habló mientras estábamos en Skype. Entonces, ella me sonreía y yo quería hacerlo, pero la tensión se sentía por todas partes y yo no entendía nada.- ¿Quiénes son ellos, bebé? -le preguntó a Erik. Y fue cuando miré rápidamente a Adrián, quién hundió su ceño y bajó su mirada. Lo entendía todo, Erik tenía novia.
- Eh... eh... -Erik tragó saliva e hizo que ella se soltara de su brazo alejándose un poco de todos- Yo... -él caminó hacia donde yo estaba y de repente, me abrazó.
- ¡Erik!
- ¡Mi hermana! -gritó por encima de su hombro y él me abrazó fuerte, mucho, como si tratara de fusionarse conmigo-. Joder, ¿qué estás haciendo aquí? -dijo él sin aire.Seguía abrazándome, pero yo no lo abracé como creí abrazarlo. Yo no imaginaba abrazarlo de esta manera tan vacía... ni siquiera lo apretaba a mí. Ni siquiera me podía salir la voz.
-Estudiaré aquí -le dije y se separó de mí tomándome por los hombros-. Y quería verte.
Había algo en su rostro que no me hacía decirle toda la verdad, él tampoco parecía querer decírmelo ahora-. Dem... -susurró, parecía que hasta decir mi nombre le dolía.
- Oh por Dios, eres Demetria -la voz de la chica me hizo enfurecer-. Eres esa Demetria que... oh Dios, lo siento, no quise ponerme tan territorial solo... Hola -dijo ella incomoda.
-Sí, soy esa Demetria -y traté de decirlo lo más normal posible, pero la tristeza y la furia se notaban en mi voz sin hacer el mínimo esfuerzo-. Ya nos vamos -le dije y tomé el brazo de Adrián retrocediendo un poco para así distanciarnos. Mi voz se había quebrado al terminar lo último. Yo no quería irme, pero tenía que.
- Dem... -la voz de Erik me hizo detenerme un poco- hoy... en PDT, daré una presentación -murmuró y su voz aunque cortada me hizo estremecer-. Por favor, ve.
-Lo haré -susurré y él asintió con su rostro. Miré a la chica por última vez y ella se encontraba detrás de él, quizá tratando de no hacerse notar. Pero todo estaba mal. Las lágrimas no me salían... pero mis ojos estaban aguados. En cualquier momento caerían. Giré mi rostro hacia atrás y ahora ella estaba frente a él, mientras que Erik tenía su mirada baja. ¿Esto era todo?-. ¿Puedes dejarme en casa? Por favor -le pregunté a Adrián, sin mirarlo a los ojos.
- No -respondió y se giró hacia donde estaba Erik, sin verlo venir, solo noté cómo tiraba de su camisa y lo hacía caminar hacia donde estaba yo- Tú -señaló a la chica que trataba de meterse- atrás que contigo no venimos.
- ¿Qué demonios? -dijo Erik y cuando estuvo frente a mí se quedó quieto.
- Mira, imbécil... no te vino a ver solo para que la citaras en un bar... te vino a ver para hablar, así que ahora se largan juntos.
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Who's lovin' you? (Minna y Bere)
Teen FictionPor esas veces en las que amaste profundamente y no te arrepientes de nada.