Capítulo XVI.

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Yo no estaba lista para otro hijo, no me sentía contenta con esa noticia, así que me levanté sin más quitando sus brazos de mi con mucha fuerza, me di una ducha y salí de la casa sin decir palabra alguna...

Aunque haya pasado un año, aún seguía sin superar eso... Mis hermanos muertos al igual que mi bebé, todo por mi culpa, no pienso arruinar más vidas, incluyendo la de Jungkook. Estar conmigo es dañino, nadie debe estar cerca de mi, yo soy el problema.

Ya estaba de regreso en mi casa, antes de entrar me quedé parada frente a la puerta unos segundos, ¿cómo mierda iba a decirle a Jungkook que fui por la pastilla? Pero... El debería entenderme, si realmente me ama debería hacerlo, de cualquier forma no quería ir a casa, así que me fuí.

Camine por horas hasta oscurecer, tenía la mirada perdida en la melancolía y la eterna tristeza, el mundo no es para mí, vivir no es para mí, amar no es para mí, solo son mierdas en mi.

Me detuve frente a un lago y me senté en la orilla...

—Odio sentirme rota, odio sentir que arruino todo lo que toco, odio tanto ser yo, y lo peor es que no puedo cambiar. Jamás seré feliz, una persona como yo jamás puede serlo. Lo amo muchísimo, pero simplemente no quiero que el me ame también, soy una persona llena de defectos, soy una persona que no da para más, que ya no sonríe como antes, desde hace mucho la vida ya no era vida, si no pues costumbre y rutina. Quiero morirme, quiero morirme...

Comencé a quitarme la ropa, solo me deje mi sostén y mis bragas... Entre al lago, y nade un rato, flote con los brazos extendidos y cerré los ojos...

Ya no soy la misma de antes, mi brillo fue opacado por mi pasado, y no hay nadie que me haga brillar de nuevo, lo mejor sería terminar con mi vida, pero... ¿Es lo que realmente deseo? ¿O solo quiero que venga a salvarme de estar sola? No sé, maldita sea, no lo sé...

Comencé a dejarme caer, cada vez la superficie quedaba más lejos, el aire de nuevo me hacía falta... La muerte estaba poseyendo mi cuerpo, la sentía abrazando mi alma y arrebatando mi vida, pero ese sentimiento se fue cuando de nuevo estaba en la superficie.

—¡¿Estás loca?! ¿Acaso quieres morir? ¿Qué mierda pasa por tu cabeza?–Gritaba una chica muy alterada con lágrimas de frustración en sus ojos.

—¿Por qué me salvaste?

—Porque no debes morir. Mira, no se qué este sucediendo en tu vida, apenas te conozco, pero... No te dejes llevar por esos problemas, por favor no mueras, eres demasiado hermosa para terminar así con tu vida.

—A ti no debería importarte lo que yo quiera hacer con mi vida, ni siquiera sabes quién soy.

—No estés tan segura de eso... Sólo... Vístete.

—Quiero estar sola, lárgate.

—No niña, no te voy a dejar sola y mucho menos ahora. Mira, las personas como tú son patéticas, creen que acabando con su vida su dolor se irá, pero no, eres una estúpida si crees eso. Si, naciste para morir, pero ahora no es tu momento de apagar tu vida, es momento de que la hagas brillar, que ilumines tu misma tu mundo, que pintes tu misma tu sonrisa, y si lo permites... Alguien más también te ayudará a pintar luces en tu oscuridad.

—Solo hablas mierdas, seguramente ni siquiera eres feliz con tu vida, no me vengas a dar sermones de como ser feliz.

—Que te...

—¿Qué quieres que haga? ¿Que me vaya de aquí y regrese a casa? Si es así, lo haré. Solo deja de joderme con tu ayuda, no la quiero, nada puede ayudarme.

—Yo quiero llevarte a casa, quiero ser tu amiga

—No iría con una extraña, ni siquiera se tu nombre.

—Dime Yumeko, y no soy una extraña, acabo de salvar tu vida.

—Bien Yumeko, llévame a casa si tanto insistes.

Camine con ella a su auto, era rojo y no tenía techo, muy lindo. Le di la dirección y ella comenzó a conducir, ella también encendió la radio y comenzó a sonar “Sweater weather—the neighbourhood".

Mire el cielo oscuro, mire las estrellas y la luna a su máximo esplendor. El mundo contiene cosas hermosas que puedes disfrutar tu mismo con tu soledad, pero también necesitas personas con quién compartir esos bellos momentos. La vida tiene su lado amargo, y su lado hermoso, su belleza es saber apreciar ambos lados, y aprender de ella...

El aire hacía volar mi cabello, y también refrescaba más mi rostro, junto a mi salvadora cante la canción a todo pulmón disfrutando de la ruta mágica... Acompañada y a la misma vez completamente sola, así me sentía en estos momentos. Incluso me olvidé de mi pasado, el presente era éste, no me importaba nada más que disfrutar mi encuentro con la felicidad momentánea... Todo terminó cuando llegue a casa, no quería bajar del auto.

—Por la dirección que me diste, supongo que aquí es.

—Si... Gracias por traerme.

—Dame tu número celular, yo te doy el mío también.

Acepte e intercambiamos números.

—_____, llámame cuando te sientas mal, sabes a lo que me refiero.

—Lo haré, Yumeko. Gracias por todo.

Nos despedimos y se fue. De nuevo estaba aquí, debatiendo conmigo misma en entrar o no, pero deje mi cobardía atrás y entré, ahí lo ví, estaba sentado en el sofá mordiendo las uñas de sus dedos


—¡¿DÓNDE MIERDA ESTABAS?!

Vientre De Alquiler. » Jeon Jungkook «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora