~PARTE UNICA~

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Habían llegado varios integrantes nuevos al pueblo de Karmaland. Entre ellos Rubius el cual tenía poca experiencia en la lucha contra monstruos.

Al principio se pudo ver que era un chico problemático por lo que poco después de su entrada al pueblo fue reclutado por la hermandad oscura.

Eso le entretenía, poner bombas por el pueblo o a sus compañeros le divertía. También les gustaba a sus hermanos oscuros, Willy y Fargan.

Todos en el pueblo temía a la hermandad puesto que eran un grupo organizado.

Rubius no había empezado con un buen pie con Vegetta. Incluso se podía decir que no se llevaban nada bien.

Vegetta era la persona más legal del pueblo, no le gustaba hacer maldades ni tampoco que las hicieran otros, en cambio Rubius, a él le gustaban los líos, le divertía hacer cosas ilegales.

Es por eso que los primeros días no se hablaban.

Aunque también era cierta una cosa.
A Vegetta le gustaba reñir a Rubius por sus ilegalidades y a Rubén le gustaba burlarse de Vegetta haciendo las cosas asimétricas a propósito.

Y así, a base de discusiones y peleas, se acabaron haciendo amigos.
Para muchos era una amistad tóxica, incluso ellos mismos lo sabían.

Otra casualidad era que hacían los directos a la misma hora por lo que siempre, o casi siempre, acababan haciéndolos juntos.

A pesar de ser prácticamente opuestos, en el fondo eran amigos y disfrutaban de la compañía del otro.

Los suscriptores se dieron cuenta de eso y no tardaron nada en comentarlo.
A ellos no les importaba, incluso a veces les seguían el rollo.

Los directos juntos eran cada vez más a menudo y además tenían mucho apoyo.

Y no solo eran amigos en directo, también eran buenos amigos detrás de las cámaras.

Pasaban tiempo juntos, tanto a solas como con otros compañeros.

Un día Vegetta no estaba en directo y hablo con Rubius por el chat privado.

VegettaGaymer: Doblas.

elrubius: De Luque.

VegettaGaymer: ¿Te apetece venir a pescar?

elrubius: Está bien, ¿Donde?

VegettaGaymer: Te espero en mi casa hermoso.

elrubius: Voy para allá.

Rubius llegó a la isla flotante y Vegetta le abrió la puerta.

-Pasa mientras voy a por mí caña de pescar- dijo Vegetta dejándole pasar.

Rubius entró a la casa y Vegetta subió las escaleras entrando en su habitación de cofres.

Poco después el mayor bajó la escalera y ambos fueron al pequeño puerto que tenía Vegetta al lado de su casa.

Pasaron un rato pescando y hablando sobre temas varios.

-Libro de reparación- dijo Rubius metiéndolo en su mochila.

-Que suerte tienes chaval.

-Es que mí caña está mamadisima.

El mayor rió ante el comentario y siguieron pescando.

Cuando no les quedaba espacio en el inventario y vieron el atardecer aproximándose decidieron volver.

El cielo se empezó a pintar de un tono naranja y los dos subieron a la casa del árbol de Vegetta.

•¿¡ESTÁBAMOS EN DIRECTO!?• RUBEGETTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora