Un nuevo día, una nueva tragedia.
Me levanto lentamente, no me desagrada la escuela, pero, despertar un Lunes por la mañana siempre es difícil.
Me levanto, me visto, me maquillo de una forma ligera y bajo a desayunar. Lo primero que encuentro es a mi madre haciendo hot cakes, juntó a un pequeño Mateo pintando un dibujo.
Mateo es el hijo de mi hermana Melody, mamá lo cuida por las mañanas y lo lleva al preescolar. Yo paso con el las tardes, le ayudo con la tarea y limpio una que otra travesura que pueda hacer.
–Buenos diasss– entro a la cocina alargando la 's'.–¿Cómo amaneciste, muñeco?– le pregunto jalando su mejilla.
–Bien, la abuela dice que después podré ir a la compra contigo– volteó a ver a mi mamá y solo tiene una sonrisa nerviosa, sabe que odio ir por la compra
–¿Qué?– Inquiero con una ceja alzada.
–Lo siento, Lydia, pero conseguí sustituir a una maestra, y sabes que ese dinero extra nos vendría muy bien–
–Ush– le doy una "sonrisa amistosa", tomo un hot cake del plato de Mateo y salgo corriendo.
–Ese era mío– escucho a Mateo decir, puedo imaginar perfectamente su puchero.
–LYDIAA– Y después el grito de mi madre
•••
En la escuela todo pasa normal, maestros irritables, estudiantes malcriados y nada más, nada digno de contar.
Cuando toca el timbre indicando la salida, tomo todas mis cosas y me voy a casa, al llegar mi madre ya se esta llendo, y el pequeño Mateo estaba comiendo.
–Okey Lydia, regreso a las 9:00, trata de hacer la cena, si no puedes no destruyas la cocina, por favor y..– Aquí es cuando me pregunto, ¿En verdad me tendrá confianza?. –Y antes de que lo preguntes, sí, si te tengo confíanza– Efectivamente esta señora Lee mentes.
–okey, okey mamá–
–El dinero de la compra está en la mesa– Le da un beso a Mateo y después a mí. –Cierras bien la puerta al salir y por favor, no sueltes a Mateo– Empieza a salir de la casa.
–Sí, mamá, Adiós– cierro la puerta y volteó a ver a Mateo– ¿Quieres helado?–
–Sí, pero aún no acabo la sopa– dice con una mueca triste.
–Olvida la sopa y ven por helado– grita un fabuloso 'Yey' que hace que descubra que soy la mejor tía del mundo.
•••
Y aquí estamos, entrando al supermercado más grande de la ciudad, yo preferiría ir a uno más pequeño, pero, según Mateo solo aquí venden el cereal de “El fabuloso Rayo Maqin” palabras de Mateo, no mías.
–Mateo, no te separes de mí ¿Okey?–
–Nop, tía Lydia– dice de la forma más tierna que he escuchado
–Entonces hay que ir a buscar ese cereal–
Compramos: leche, café, pan, mermelada, queso, artículos de higiene personal; pero no podemos encontrar el bendito cereal.
–Mateo, creo que no..– Cuando volteó para ver a Mateo, me encuentro con la gran sorpresa de que no está. –MATEO ¿DONDE ESTÁS? ESTO NO ES DIVERTIDO– Las señoras me voltean a ver con una cara de disgusto, pero eso no importa en este momento.
Recorro gran parte del supermercado, preguntándole a la gente en el camino si lo han visto, todos contestando con una respuesta negativa, hasta que se me ocurre la gran idea de preguntarle a seguridad.
Cuando llego a la cabina de seguridad, hay un gran hombre en la puerta.
–Disculpe, no encuentro a mi sobrino, se llama Mateo, tiene el cabello..–
–¿Usted es la tía de Mateo?– asiento repetidas veces, mientras el abre la puerta, dónde hay una señora y Mateo. –Julie, ella es la tía del niño–
–¿Ella es tu tía cariño?– Le pregunta a Mateo con una suave vos.
–¡Tía Lydia!– Corre hacia mí limpiándose las lágrimas. –Estaba muy asustado–
–Ya estoy contigo, cariño– Le doy una sonrisa y limpio sus lágrimas. –Muchas gracias por encontrarlo, estaba muy preocupada–
–oh, nosotros no lo encontramos– Dice la mujer, que ahora se, se llama Julie.
–¿Me puede decir quién lo encontró? Quisiera darle las gracias–
–Claro que sí, cariño– me da una sonrisa y sigue.–Está en el pasillo 6, el de los jabones y shampoo's, se llama S...– Mateo la interrumpe y dice.
–Syles, se llama Syles– lo dice muy orgulloso.
–Muchas gracias Señora– Le doy la más sincera sonrisa que tengo. –Ahora tengo que ir a terminar la compra, y asegurarme de que este pillo no se vuela a escapar–
–Lo puedes dejar aquí, yo le estaba contando un cuento, se lo puedo terminar de contar, ¿Te gustaría Mateo?–
–¡Sí!– Grita emocionado mi sobrino.
–Pero, ¿No sería una molestia? Puede tener problemas con el gerente–
–Por eso no te preocupes, yo soy la gerente–
–Entonces, no tengo ningúna objeción– Volteó a ver Mateo y continúo. –Pórtate bien– Le doy un beso y me despido de la señora Julie.
Me dirijo hasta el pasillo de los cereales dónde dejé mi carrito y me doy cuenta que es el pasillo 5, está enseguida del de el tal Syles que rescató a mi sobrino, y me doy cuenta de la gran tonta que soy. Me decido por ir primero al 6 y poder darle las gracias al señor, y seguir con la compra.
Cuando ya casi llego a dónde está el señor, me doy cuenta de que no es un señor, es un joven de aproximadamente mi edad.
–Oye disculpa, tú eres... –No me deja continuar y dice.
–Los cosméticos están en el pasillo 2– Lo dice con aire cansado.
–¿Perdón? Te quería preguntar si tú eres Syles, el que ayudo a mi sobrino– Y justo ahí se volteó y lo pude observar mejor.
Es alto, no demasiado pero si más que yo, tiene la piel clara, y muchos lunares en sus mejillas, lo que lo hace ver, muy, pero muy guapo.
–Soy Stiles un gusto– Dijo haciendo énfasis en el 'Stiles', que vergüenza, eso me pasa por confiar en un niño de 6 años.
–Oo perdón, mi sobrino tiene 6, es difícil entender lo que dice– Solté una risa, más falsa que las bubis de Kylie Jenner.
–Descuida, no hay problema– Me respondió con la sonrisa más linda que alguna ves ví. –¿Hay alguna otra cosa en la que pueda ayudarte?–
–Oh no, pero gracias, por todo– Y sí entre en pánico y huí.
Espero y les guste:)
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¿Amor? -Stydia
Roman pour AdolescentsLydia Camille Grace-Martin, como describirla, una chica linda con gustos simples, que sin duda pasaría por desapercibida por alguien normal, pero, ¿Stiles Stilinski es normal? Miecyslaw Stilinski, mejor conocido como Stiles, un chico extrovertido...