Santiago.
Jhon y yo estábamos en la mesa desayunando. Tenía la mirada fija en mis bolsas, sabía que tenía unas ojeras desmesuradas después de mi insomnio de anoche.
–Te toca clases ahora? - le pregunte a Jhon que comía aún más rápido que yo.
–No, solo que me iré a la universidad con Anastasia, para estar con ella mientras me toca clases. - dijo.
Sabía que Jhon ocultaba su emoción y felicidad por tener aún más cerca de su novia. Pero estaba un punto donde tendrían que respetar su espacio. Ahora si serian inseparables.
–Deberías casarte de una vez con ella si quieres tenerla todo el día pegada a ti primo. - le solté el chiste.
–Gillipollas callate. Es mi novia Santiago. Eso hacen los novios. - dijo como si yo no supiera sobre eso.
–Si, pero hay una delgada línea entre amor y obsesión. - le solté el rollo.
–Y hay una delgada línea entre amor y odio. - dijo y no entendí su comentario en seguida. - Sabes a que me refiero, tú y Lara. - me pico el ojo y Salió del lugar antes de poder insultarlo.
No me daba para nada risa, eso nunca pasaría ni en un millón de años luz.
Hoy no me quería ni vestir. Igual sabía que cualquier cosa que me pusiera, me quedaba bien. Me puse lo zapatos, agarré las llaves de mis mercedes benz clase G para ir de una vez a la universidad.
Había aprovechado el tiempo sin dormir para repasar algunos apuntes. No necesitaba estudiar toda la noche para aprender algo. Para mí era muy fácil que se quedara grabado en mi mente. Mientras otros se esforzaban al máximo. Yo solo leía y ya era el primero en la lista de mejores en la facultad de literatura. Mi meta era graduarme con honores ser Summa Cum Laude.
Eche una vista por el pasillo del edificio, decepcionado por no conseguirme a patito feo tan temprano. Sabía que la sacaría de quicio a estas horas de la mañana. No cumpliría mi palabra de no su fastidiar su existencia mientras estuviera por aquí cerca.
En mi transcurso al carro, la capte, cerca de su moto. Estaba de espalda, salía humo de su boca, era obvio que estaba fumando.
Odiaba las mujeres que fumaban, eso no se veía muy apropiado en una mujer. ¿Pero quién era yo para decidir eso? Había fumado durante años, todo tipo de cosa y cualquier sustancia. A mi cuerpo no le faltaba más nada por conocer, había recorrido todo.
Seguí observando más detalladamente. Tenía un jogger negro y un suéter que se notaba que era 3 veces más su talla.
Y su gorro... que recogía todo su cabello.
–Dañando tus pulmones tan temprano? - dije lo más irritante posible.
Soltó unas cuantas palabras en silenciosamente mientras volteaba, sabía que había maldecido unas cuantas veces por este encuentro.
–Siendo insufrible tan temprano?- dijo, mientras ponía los ojos en blanco.
Tenía la cara sin una gota de maquillaje, su cara era completamente tersa. No le hacía falta maquillaje.
–Puede ser, así me pongo cuando me despierto temprano.- dije.
Puso los ojos otra vez en blanco.
–No habíamos quedado en tratar de conseguirnos lo menos posible?
Eso era imposible. Sabía que cuando saliéramos de aquí, nos conseguiríamos en las clases y cuando saliéramos de clases, nos conseguiríamos aquí.
–Si, eso intento. - Mentí, era obvio que no lo intentaba.
–Bueno, nos vemos en clases. - dije finalmente.
–Desgraciadamente para mi fortuna. - dijo y se montó en su moto y desapareció como arte de magia, sin darme chance de responder.
Camino a la universidad, me llamo Blair. Creo que era momento de dejar hacerme el difícil y hablar de una vez por todas con ella.
–Hoy no me colgaras? - pregunto con una voz un poco irritante.
–No. - dije tajantemente.
–Me puedes recoger para ir a la u? - Blair abreviaba casi todas sus palabras de esa forma.
–Si, ya voy por ti. - colgué en seguida, no sabía que trataba de hacer Blair, pero era mejor cortar el rollo de una vez.
Aparque el carro frente a su casa y toque la bocina.
En seguida salió. Tenía su cabello rubio perfecto, recogido en un muño alto y un vestido azul corto con una abertura en una de las piernas, unos tenis y una chaqueta blue jean y su bolsa channel que no podía faltar.
Sabía que intentaba algo vistiéndose así, quería persuadirme. No lo lograría.
Entro y enseguida tome una actitud abnegada. Hoy no me provocaría.
–Pensé que estabas molesto. - dijo.
Pise el acelerador de inmediato.
–Lo estaba, pensé lo mismo de ti cuando me gritaste lo de Alison aquella noche y después seguiste como si nada, supongo que estamos a mano. - dije.
–Estaba molesta, además no hiciste mucho por hacerme sentir de una manera diferente. Me dejaste también plantada el día de la carrera. - dijo.
–No te deje planta, tu sola apareciste como si fueras sido invitada por mí. Yo no dije que iría a la carrera contigo. -
–Y ahora me haces sentir como un cero a la izquierda. - no podía creer que tendríamos esta charla de nuevo.
–Ya te dije Blair, tú y yo no somos nada. Solo a m i g o s. Y sabes que te quiero, pero no de la manera que tú crees. - Blair era la persona a quien le soltaba fácilmente que la quería, pero como una amiga.
Llegamos en seguida a la universidad. Aparque el carro en el estacionamiento de la universidad.
–Y los amigos hacen esto. - Blair se me monto encima. Me comenzó a besar. Me quede un rato impresionado por su arrebato, pero mis instintos de hombres reaccionaron y respondieron a su beso.
El vestido le quedaba completamente ajustado a su figura y resaltaba aún más sus senos. Mi mano viajo a través de la tela del vestido y su silueta, pasando por la abertura de su pierna.
–Blair, tenemos que ir a clases. - dije cortando el momento en seguida.
–Házmelo Santiago, aquí y ahora. - dijo, su voz sonaba agitada. No era como si nunca lo fuéramos hecho en el carro o en la universidad. Pero no era el momento.
–Con la condición, de que no me montaras más escenas Blair. - ella asintió.
Así que la complací. Si esto era lo que querría, así seria.
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Aléjate o déjate llevar
Teen FictionLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...