¿Estás celoso?

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Zafiro se había adaptado a todos, excepto a Tsukishima. Intentó no darle importancia sin mucho éxito pero ahora podía decir que tenía nuevos amigos, puesto que había conocido a tres chicos de primero.
Fujiyushi Hikari, era un chico increíblemente alto que a pesar de eso su sueño era ser libero; Nishinoya se había convertido en su mentor y le enseñaba cada práctica como aprovechar su altura convenciendolo de que una vez que aprendiera más cosas podría superarlo por mucho.
Iwata Yuuki, era otro de los chicos de primero. Todavía no comprendía bien su función dentro del voleibol, había tenido varias posiciones sin saber en cual era mejor; Zafiro lo ayudaba en su búsqueda y se dio cuenta que tal ves sería buen rematador.
Por último, Matsuo Shuuto era el más tímido de los de primero. A ella le gustaba compararlo un poco con Yamaguchi en cuanto a personalidad, pues físicamente parecían lo opuesto.
A pesar de convivir con los tres Hikari se había convertido en un gran amigo y sobretodo después de haber descubierto que iban en la misma clase.
Los demás chicos les hacían burla por haberse vuelto tan cercanos y los comparaban con Kageyama y Hinata que nunca se separaban o con Yamaguchi y Tsukishima que también estaban todo el día juntos.
Hikari era también demasiado observador, no le costó nada descubrir que a Zafiro le gustaba Tsukishima y desde entonces le hacía burla.
- No entiendo cómo te puede gustar alguien como él - insistía una y otra vez cuando veía como los ojos de aquella chica se iluminaban al ver al rubio.
Por otro lado Tsukishima estaba cada vez más enojado con la presencia de Zafiro y últimamente también había dirigido aquel enojo hacia Hikari.
Aquel día en particular estaba más insoportable de lo normal, ni siquiera Yamaguchi se acercaba demasiado a él y cuando le preguntaba algo decía que estaba de acuerdo para no obtener una mirada amenazadora de su parte.
Hikari había comenzado a aprender aquel truco de Nishinoya llamado "Rolling Thunder". Pero su torpeza era aún mayor debido a la estatura del chico, terminó rodando de más y cayó encima de Tsukishima.
— ¡ERES UN IDIOTA! ¿QUÉ HUBIERA PASADO SI ME HUBIERAS LASTIMADO DE VERDAD?¿SABES LO QUE SIGNIFICARÍA PARA EL EQUIPO? TAMBIÉN PUDISTE LASTIMARTE TÚ, PIENSA EN LAS CONSECUENCIAS QUE TUS ACCIONES TIENEN, ¡YA NO SOLAMENTE ERES TÚ, IDIOTA! – gritó Tsukishima.
El castaño volteó a ver a su senpai con ojos sorprendidos, sabía que en parte tenía razón pero sentía que se iba a desmoronar por cómo se lo había dicho.
— ¡Tsukishima! Siéntante un momento hasta que te calmes – ordenó el entrenador.
Se acercó a Hikari y le ayudó a levantarse explicándole con más calma el porqué tenía que tener cuidado.
Tsukishima se había sentado pero estaba realmente furioso, no creía que podría calmarse. No con todos con sus tonterías, risas y energía brincoteando por ahí, por lo que decidió agarrar sus cosas e irse.
No era algo nuevo pero aún así todos se sorprendieron un poco.
Zafiro había corrido atrás del rubio, no sabía muy bien por qué o qué era lo que iba a decirle pero un momento después se encontraba tocando su espalda para llamar su atención.
Tsukishima se volteó, genial. Ella era la última persona a la que quería ver en ese momento pero sabía que debía contestar.
— ¿Qué quieres? – dijo en tono seco.
— Ah... Eh... Yo... ¿Qué es lo que te tiene tiene tan molesto, senpai? – preguntó Zafiro.
Quería contestarle que ella, pero sabía que no podía hacer eso.
— Todos ustedes, son unos idiotas – fue su contestación y se dio la vuelta para seguir su camino.
— Senpai... ¿Por qué me odias? – preguntó ella haciendo que aquel chico se parara en seco.
Volteó a verla, se veía como si estuviese a punto de llorar.
— ¿De dónde sacaste eso? ¡Yo no te odio! – admitió mientras ponía los ojos en blanco.
La chica había cambiado su expresión, ahora sus ojos brillaban y sonreía.
— Tampoco te hagas ideas erróneas, no es como que me agrades – añadió él.
La chica asintió con la cabeza y aún sonriendo dijo:
— ¡Gracias, Tsuki! –
— No me digas así – contestó Tsukishima y continuó su camino.
Aquello había sonado realmente... Lindo.
Tsukishima sacudió su cabeza desechando aquella idea, no había sido lindo. Solo Yamaguchi podía decirle así y ella era muy molesta, nada podía ser lindo en ella.
Sin embargo, su mal humor se había ido pero no sabía que era aquel sentimiento que lo estaba sustituyendo.
Más tarde Tsukishima se encontraba en la casa de su amigo realizando un trabajo en pareja que les habían dejado.
— ¿Qué fue aquello durante la práctica, Tsuki? Nunca te había visto tan enojado incluso después de tantos años – comentó Yamaguchi.
— Aquel niño me desespera, es un idiota. Siempre intentando ser el gracioso, siguiendo los pasos de Nishinoya como si eso fuera a ayudarlo... Siempre al lado de Zafiro – contestó el rubio,  aquello útlimo se había escapado de sus labios sin permiso así que pidió que por favor su amigo no lo notara. Sin mucho éxito claro
— Tsukishima Kei ... ¿Estás celoso de aquel chico? – preguntó su amigo un poco sorprendido.
— Cállate, Yamaguchi. No te crées ideas extrañas – lo regañó.
— Lo siento, Tsuki –
Después de aquello Tsukishima había perdido toda concentración en el trabajo y se encontraba pensando en lo que Yamaguchi había dicho.
¿Estaba celoso? ¿Qué significaba aquello?
No, era imposible porque si estaba celoso entonces significaría que aquella chica le gustaba y no era así.
Era molesta, era tonta, era tan idiota como todos los demás miembros del club.
Recordó aquella frase salir de sus labios "Gracias, Tsuki", se sonrojó un poco.
Demonios, aquello no era bueno.
— ¿Estás bien, Tsuki? – preguntó Yamaguchi al ver la extraña expresión de su amigo.
— Sí, estoy bien – mintió.
Intentó deshacerse de aquellos extraños pensamientos y decidió que aquello había sido suficiente por el día, así que le dijo a Yamaguchi que sería mejor que durmieran.
Su amigo no protestó, estaba muy cansado de la práctica así que ambos se fueron a dormir.
A Tsukishima le costó trabajo conciliar el sueño, habían sido emociones muy intensas aquel día incluso para él y aún no comprendía bien cuál era aquella que le estaba oprimiendo el pecho.
Chasqueó la lengua y se acomodó en el futón al lado de la cama de Yamaguchi. Cerró los ojos y puso la mente en blanco, no deseaba comprender todo aquello.

Te Quiero Aunque No Te Guste ~ FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora