Capitulo 1

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Así cómo nacen las flores cada primavera emergiendo de entre la escarcha, así nace el amor en los corazones de quienes son capaces de creer más allá de lo que ven. Las sonrisas y las miradas que surgen de aquel celestial sentimiento llegan para quedarse. El amor une vidas, crea vínculos, fortalece así también como ablanda, nos hace hacer cosas de las que no nos creíamos capaces. El amor es una esperanza, es más bien como una luz que nos empuja a buscar la felicidad. ✿

Soplaba el viento haciendo bailar las arboledas, se colaban aquellos finos rayos dorados entre las ramas, el suelo estaba adornado con hojas secas que se habían desprendido de los árboles. Las sombras comenzaron a desaparecer mediante la luz se colaba por encima de sus párpados, la música que resonaba en su cabeza era tierna y melancólica, un violín sutil que tocaba la melodía del corazón. Comenzó a tararear aquella sintonía mientras abría sus grandes ojos verdes, con las mejillas rosadas y el largo cabello dorado como el atardecer, aquella linda joven despertó de aquel sueño eterno sin parar de tararear; soltando un suspiro sonrió, y con la luz en el rostro cantó...

"El amor viene del sol, brillará en el corazón. Te buscará y te encontrará, volarás y soñarás. El amor vive en ti, es el calor que te hará feliz".

—Con un canto celestial y sonriendo bajo el sol fue como nació Cupido, el ángel de los vínculos eternos.





[...] Muchísimo tiempo después.

Eran principios de diciembre, Navidad estaba cada vez más cerca. Allá en el polo, un viejo barrigón se movía atareado por todo su taller, pero siempre llevando su sarcástica sonrisa. Los duendes y los yetis trabajaban como nunca, hacían su mejor esfuerzo por preservar la fantasía y la inocencia de los niños; y bueno, yo no me iba a quedar atrás. ❆

Era diciembre, así que ya lo saben, era invierno. Ni se imaginan cómo disfrutaba crear ventiscas y cubrir el suelo de escarcha para que los niños jugaran con sus trineos; volaba por los tejados haciendo lo que más amaba: hacer que los pequeñines se diviertan. Llevar diversión y sonrisas era lo mío, disfrutaba tanto estar con ellos que no podía pasar ni un solo día sin visitarlos, sobre todo a uno de mis mejores amigos, el pequeño Jamie.

Llegué a toda velocidad soltando unos cuantos copos de nieve, entré por la ventana y saludé lo más animoso posible, pero el pequeño no estaba tan contento como de costumbre. Solía brincar de la emoción al verme pero esa vez apenas y levantó la mirada, me senté a su lado preocupado, necesitaba saber qué ocurría y así por supuesto que haría todo lo posible por ayudarle — "Hey, ¿Qué tienes?" —Pregunté sin dejar de sonreírle pues el Hada de los Dientes me había dicho que mi sonrisa es contagiosa; además de mencionar, con el rostro enrojecido, que es linda. —"No es nada, Jack" —Me respondió [...] Ni siquiera me miró, estaba demasiado triste, jamás me hubiese esperado llegar a verlo tan deprimido. —"No parece ser nada..." —Insistí —"...Sabes que puedes confiar en mi, si tienes algún problema juntos lo resolvere..." —"¡Esto es algo que ni los guardianes pueden resolver!" —Interrumpió exaltado. Guardé silencio. Fue un golpe bajo, me dolió hasta los huesos ¿Acaso había dicho que se trataba de algo que ni los guardianes podríamos resolver? ¡Oh, vamos! Vencimos al mísimo coco, señor de las pesadillas, justo frente a sus ojos; no podía aceptar que desconfiara de nosotros de esa manera así que seguí insistiendo: —"¿Qué cosas dices, Jamie? Sabes mejor que cualquiera que puedes lograr lo que sea si crees en ello" —"Esto va más allá de los sueños y las pesadillas, no es un simple deseo" —Respondió con la voz quebradiza, confundiéndome mucho —"Entonces dime de qué se trata aunque sea, que no entiendo nada" —"Son mis padres, Jack, no paran de discutir. Justo ahora en el desayuno comenzaron a gritarse frente a mi" —"Pues algo debe estar ocurriendo, no puedes vivir bien todo el tiempo, en algún momento debes enfrentar alguna dificultad. Ya se les va a pasar, tus padres se aman, sólo deja que se calmen y verás que..." —"¿Ya veré qué? ¡Mamá ya tiene un abogado, vino ayer con unos papeles!" —Alzó la voz con las lágrimas brotando de sus ojos, —"¿Abogado? ¿Abogado para qué?"—Continuaba confundido sin entender qué sucedía, —"¡Van a divorciarse, Jack! Ya es oficial, mis padres ya no se aman" [...]

El Origen de los Guardianes 2: En busca del Espíritu Olvidado [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora