Llevaba despierto un tiempo considerable y no guardaba esperanzas de volver a conciliar el sueño pronto. Luego de pasar dos días enteros en ello, no era como si fuera a ser posible.Sumergido en la obscuridad en que se sumió el apartamento desde que decidió apagar todas las luces, solo siendo iluminado por la luna llena que se mostraba gloriosa en el cielo salpicado de estrellas, aquella que lo incitaba a cambiar para aullarle. Había querido abrir la puerta corrediza de vidrio y salir al balcón, porque era lo más cerca que podría estar de la luna desde que había dejado de cambiar a su forma lobuna.
No obstante, no lo hizo, no deseaba molestar al dueño del lugar y se conformó con estirar un cojín para su trasero.
El Alfa mayor se había quedado dormido en el sofá sorpresivamente mientras conversaban, el cansancio se hacía notar en su precioso rostro en forma de ojeras oscuras bajo sus encantadores ojos cerrados. JungKook no tenía el corazón para dejar a su amigo en aquel, ya bastante hizo JiMin al dejarlo dormir en su habitación durante esos dos días de inconsciencia. Por lo que no lo pensó dos veces antes de tomarlo en brazos, con sumo cuidado para no perturbar su sueño, y lo llevó a su habitación.
Arrugó su naríz cuando encontró todo su olor impregnado en el cuarto ajeno, al punto que tuvo que aguantar un estornudo por lo concentrado que estaba allí dentro. Fue sorpresivo que JiMin ni siquiera se inmutara ante ello cuando lo dejó sobre la cama. No quiso pensar en una razón para su peculiar tolerancia ante la invasión de su habitación, así que simplemente la abandonó una vez seguro de haber arropado correctamente al Alfa.
Desde que había estado sumido en el sueño, en ningún instante tuvo pensamientos sobre su Omega, pero una vez que su mente estaba en paz y JiMin no estaba rondando a su alrededor, el vacío en esa parte faltante de su corazón se hacía presente para hacerle difícil la vida.
A veces pensaba que si no hubiese marcado a Lisa las cosas serían más fáciles de superar, pero siempre se arrepentía del rumbo de aquellos pensamientos, lo sentía como si fuese una falta de respeto a la marca que tanto había sido ella orgullosa de portar.
La luna, tan llena como en ese momento, le traía recuerdos de su primer encuentro con la Omega, como sus miradas se habían encontrado en la noche y sus corazones habían latido al unísono. Mucho tiempo sus familiares se habían encargado de recalcarles lo romántica que era su historia de amor y entonces comenzaron a usar la palabra "destinados" para referirse a ellos.
Ahora pensar en Lisa como su destinada no hacía más que inquietar a su lobo, como si ya no estuviese de acuerdo con aquella realidad. JungKook creía que era porque ella ya no estaba y lo último que le había confesado dejó lastimado a su lobo, pero era mucho más complicado que eso.
—¿Quieres salir? —la voz ligeramente ronca a su espalda lo sobresaltó y giró inmediatamente su cuerpo para observar a JiMin. Su cabello desordenado, su rostro somnoliento y su mano sosteniendo un vaso de agua.
Había estado demasiado enfrascado en sus pensamientos como para notar su presencia allí.
—¿Puedo? —recibió un asentimiento como respuesta. JiMin se acercó para correr la puerta y salir al balcón, regalándole una mirada silenciosa; invitándolo a acercarse.
Se levantó del suelo con su ayuda y caminó hasta parar a su lado, apoyando sus manos en la barandilla y sonriendo por el viento fresco que sopló en su rostro. Cuando su mirada se encontró con la del Alfa de nuevo, olvidó la razón por la que deseaba salir en primer lugar, se perdió en aquella mirada profunda que aceleraba su corazón sin razón.
—Crei que seguirías durmiendo un poco más —le regaló una pequeña sonrisa, esperando acabar con aquel extraño ambiente que se había formado entre ellos.

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Cafuné | JiKookmin
Fanfiction[ C l i c k ] JungKook es un Alfa joven que perdió a su Omega y sufre las consecuencias de ello. JiMin es un Alfa también y conoce a JungKook como una mera casualidad, aquella noche de viento fresco y luna llena. Un click instantáne...