Maldita Contradicción.

capitulo 18.

Joel.

-puedo explicarlo- le digo, pero no tengo ni idea de cómo explicarlo.

El se cruza de brazos esperando a por mi explicación y yo miro a todas partes pensando en algo coherente pero no se me ocurre nada.

-Yo...yo...yo- solo balbuceo nervioso sin saber que decir aunque esta más claro que acabo de traicionar a mi amigo besando a su novia.

¿Que le digo? Ey amigo estoy muy tomado y no sabia lo que hacía. no, eso no lo va a creer, si, e tomado pero no estoy del todo ebrio. Al demonio le diré la verdad.

Antes de hablar repaso su expresión, estas serio con expresión dura, volteo para ver a Alondra y ella no parece nerviosa solo avergonzada, no lo entiendo es su novio, la acaba de descubrir besando a otro tipo y ella esta de lo más tranquila mientras yo no se que hacer.

-Lo siento amigo, yo.... no debi- antes de que continúe, Marcos me interrumpe con una carcajada ¿se esta riendo? ¿Porque de rie? Si alguien besara a mi novia estaría muerto de celos y queriendo matar al imbesil, lo se porque eso sentí cuando lo vi besar a Alondra, y si, ella no es mi novia pero me pone de malas ver que alguien se acerca a ella, me estoy enloqueciendo y todo es gracia a esa ojiazul que pone mi mundo de cabeza.

-Marcos por favor, para ya- le pide Alondra.

¿Están jugando conmigo o que? Porque esto no me gusta una mierda.

-Ya, ya, cariño- dice Marcos recuperándose de su estruendosa risa.

Ella pone los ojos en blancos y se cruza de brazos mirando a Marcos con reproche¿ no se supone que el debería mirarla a ella así? Tengo la cabeza hecha un lío, lo único que me importabes saber que demonios está pasando aquí.

- Es que debiste ver su cara, fue todo un poema hasta se puso nervio y pálido nunca lo había visto haci- dice marcos volviendo a reír un poco.

-¿Se están burlando de mí o que?- les pregunto.

-Te dije que intentaba ayudarlo y que había un porque.- me dice Alondra

Me acerco con furia a ella y la tomo del brazo sin lastimarla.

-Acaso ahora haces favores sexuales ¿ha? O en que consiste esta ayuda ¿ha?- la rabia se nota en mi tono de voz estoy furiosa de tan solo pensar en eso.

Marcos se acerca, me empuja alejándome de ella.

-Ni se te ocurra tocarla- me dice con la mandíbula desencajada.

-Marcos.- lo llama.

-¿Eso es lo que piensas de ella? Si es así no mereces su amor, ella es mucho para ti.- escupe marcos con rabia.

-Tienes razón Marcos, si tal sentimiento existiera- me mira con amargura- no lo merece.

Sonrie con arrogancia acercándose a Marcos, enrreda una de sus manos a su cabello lo atrae hacia ella y lo besa delante de mi, empuñó mis manos y volteó hacia otro lado.

Se separa de el.

-Lo que yo haga o deje de hacer no es tu problema, ya me dejaste claro lo que pensabas de mi y déjame decirte que me importa una mierda- me mira con una frialda que me consume- tu no eres nadie para mi.

-Adiós, esclavo.- me dice y Pasa a mi lado chocando su hombro con el mío.

Miro a Marcos el niega y seba detrás de ella.

Golpeo la pared una y otra vez con impotencia.

Sabia que Alondra era diferente pero no así, ella es tan cruel, fría, no le importa confundir a las personas y volverlas mierda como lo hizo conmigo. Al principio parecía una nerd hermosa, sensual, astuta y tierna, quien creería que todo es una mentira y al parecer somo su juego.

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Joseph.

Después de poner la reunión en ambiente veo como algunos se quejan y nos miran mal y yo les saco el dedo corazón despues de que tengas dinero y una buena posición se les olvidará el desastre que haces haci es la vida de las personas como yo, son contados los que están contigo por ti, que por tu posición.

A lo lejos veo a Alondra sola tomándose un trago hasta el fondo, no se que hacer, ella me confunde parece buena pero depues parace mala. Sea lo que sea mi único objetivo es ganar mi apuesta y no voy a permitir que nadie pase por encima de mi.

Me acerco donde ella cuando me nota le sonrio y le estiendo mi mano.

-¿Bailamos? ¿O tu novio no te deja?- le pregunto con una ceja enarcada.

La verdad es que me enojé y no porque me este enamorando de ella si no porque ella lo había elegido a el y eso golpeo mi ego, pero si de algo estoy seguro es que haré que ella me elija a mi una y otra vez, se volverá loca por mi lo aposté y lo lograré.

Me sonríe.

-Yo hago lo que me da la gana, Joseph.- me dice tomando mi mano.

La llevo hasta la pista de baile, ella comienza a mover sus cadera con un vaivén sensual, moderado, delicado y sobre todo atrayente.

-No crei que te gustara jugar con los chicos.- le digo al oído.

-No me subestimes Joseph, eso sería un gran error.

Y si mi gran error sería subestimar a esa castaña con ojos tan azules como el mismo océano.