Era un día de lo más aburrido, me mudé hace unos día a Milwaukee, Wisconsin, Estados Unidos. Yo realmente me quería quedar en Phoenix, Arizona, pero nos tuvimos que mudar por el trabajo de mi padre. Era verano, o sea, aún no comenzaba las clases, era muy aburrido estar en este lugar para una chica de 18 años sin metas ni aspiraciones en la vida, no conocía a nadie y odiaba pasar tiempo con mis dos hermanos, así que no me quedaba más que conocer gente. Me decidí a salir a explorar un poco el lugar, empecé a caminar por las solitarias calles de Milwaukee. Llegue a un lugar donde vendían ropa así que entre y empecé a ver la ropa, mientras veía la ropa un chico muy apuesto se acercó a mí.
-¡Hola!-Saludó aquel chico desconocido.
-Hola-Salude con una pequeña sonrisa.
-¿Eres nueva por aquí? Jamás te había visto-Dijo el chico tratando de ser amable.
-Sí, soy nueva me acabo de mudar aquí con mi familia-Dije un poco tímida.
-Muy bien, Soy Luke ¿y tú cómo te llamas-pregunto con un genuino interés.
-Soy Melania-Dije sonriendo.
-Mucho gusto Mel, eres muy linda por cierto-Dijo Luke con una hermosa sonrisa.
-Muchas gracias, Luke, me gustaría seguir hablando contigo, pero ya me tengo que ir-Dije un poco avergonzada, no quería que pesara que era grosera.
-Ok, espero volver a verte, Mel-Dijo Luke
Yo solo le sonreí y salí de la tienda, empecé a caminar a mi casa y poco tiempo después llegué, cuando encontré a la casa mi madre me preguntó qué que tal me había parecido el lugar, le contesté que bien. Acto seguido subí a mi habitación y empecé a escuchar música, me quedé pensando en Luke, era un chico muy atractivo. Tenía un cabello castaño muy lindo y muy bien cuidado, unos ojos verdes muy cautivadores, tenía la sonrisa mas hermosa y perfecta que jamás había visto antes, era pálido, y era alto como de 1.85 y no se veía de más de 25 años. Era el hombre perfecto.
Al día siguiente era lo mismo, moría de aburrimiento, así que me decidí a ir a un Starbucks, salí de mi casa y comencé a caminar, realmente no estaba tan lejos, tal vez a unos 15 minutos caminando de mi casa al Starbuck. Cuando llegue pedí mi smoothie favorito, lo pagué y poco tiempo después me lo dieron, me senté en una de las mesas del lugar, estaba tan entretenida viendo mi celular cuando alguien me sacó de mi entretenimiento.
-Hey, Mel, que sorpresa es volver a verte-Dijo Luke muy amablemente.
-Hola, lo sé, es una sorpresa-Dije y comencé a reír.
-¿Me puedo sentar?-preguntó el castaño.
-Claro Luke, siéntate-Dije un tanto apenada.
-¿Qué haces por aquí? Siempre te veo sola-Dijo Luke tomando asiento.
-No me gusta mucho salir con mis hermanos, así que prefiero salir sola ¿y tú?-Pregunté.
-Igual, no me llevo muy bien con mi hermano, así que prefiero salir solo y conocer chicas lindas como tú-Dijo Luke, a lo que yo me sonrojé.
-Pues gracias-Dije viendo hacia otro lado.
Seguí conversando con Luke, hasta que encendí mi celular y eran las 7:30pm, ya era muy tarde.
-Luke, lo siento mucho, ya me tengo que ir, ya es muy tarde-Dije poniéndome de pie
-Claro, no te preocupes, te acompaño a tu casa, antes de irnos ¿me podrías pasar tu número? digo para seguir hablando-Dijo él un poco tímido.